Investigan las vacaciones de la primera turista en Bariloche

La semana pasada se reabiró el turismo en Bariloche después de más de 200 días sin actividad por la pandemia y las restricciones impuestas a nivel nacional. Si bien se trata de una prueba piloto, para la ciudad es muy significativo y por eso el intendente Gustavo Gennuso esperó en la ruta al primer turista y lo acompañó hasta el Centro Cívico, para hacer una sesión de fotos y mostrar el logro a la prensa. El primer auto en llegar era el de una pareja de trabajadores de la salud, pero su merecido descanso no fue del todo tranquilo y a su regreso, ambos podrían enfrentar sanciones graves en sus trabajos.

Las fotos de Mauro y Débora se difundieron en todo el país. Ante los micrófonos, la pareja reconoció que los meses de trabajo durante la pandemia fueron muy intensos y que necesitaban un descanso. Él es médico en el Sanatorio Juan XXIII de Roca y ella enfermera en el hospital Francisco López Lima, y se mostraron muy felices de poder tomarse una semana de vacaciones.

Pero esas mismas fotos que circularon por los medios y distintas redes sociales, alertaron a las autoridades del hospital. Es que ella no estaba gozando de su licencia por vacaciones, sino que habría presentado un certificado médico por una indigestión que se le complicó con un cuadro de deshidratación.

Eso no es todo, ya que el certificado es de los consultorios del Sanatorio Juan XXIII y la firma es del médico Mauro (reservamos el apellido), casualmente su compañero de viaje y con quien apareció en todas las fotos y notas de los medios de comunicación. El certificado presentado en el servicio de enfermería del hospital roquense tiene fecha del 16 de octubre, el mismo día que se abrió el turismo en Bariloche y que tuvo a la pareja llegando en medio de una caravana al Centro Cívico poco después de las 3 de la tarde.

Mauro certificó que Débora, su paciente y compañera de viaje, sufría "gastroenteritis agudo más deshidratación" y se le indicó reposo por 48 horas. De esta manera la enfermera no fue a trabajar el viernes y sábado. Este hechos no sólo pone en la mira a ambos en sus trabajos, sino que también alteró el normal funcionamiento del servicio de enfermería del hospital de Roca en plena pandemia y con todas las áreas colapsadas, ya que ante la ausencia de la joven, otra compañera de trabajo debió resignar su franco para poder cubrir su ausencia.

Fuentes cercanas a la dirección del hospital confiaron que se estudiará la situación y en caso de ser necesario se abrirá un sumario administrativo contra la profesional.