El subsecretario de Diversidad de la provincia de Neuquén, Adrián Urrutia, ensayó una encendida y singular defensa del llamado lenguaje inclusivo. Ocurrente, llamó “sommeliers de diccionarios” a quienes cuestionan la utilización del vocablo “amigues” (se entiende por sommelier a la persona encargada de seleccionar y probar los vinos y licores en un restaurante de lujo; algo así como un exquisito, un gran conocedor).
Así expresó su parecer Urrutia: “Cuando a las lesbianas les decían tortilleras ¿Le preguntaban a la Real Academia Española si estaba bien? ¿Y cuándo decían indios, putos o maricón? ¿O negros? No les vi decir que se distorsionaba el lenguaje en esos casos, pero si dicen amigues se ponen en sommeliers de diccionarios. Entonces vean que tal vez su problema No es la ortografía ni el lenguaje sino la discriminación de la cual muchas veces no se dan cuenta, plantéenselo”.
En su página web Naciones Unidas explica que por “lenguaje inclusivo en cuanto al género” se entiende la manera de expresarse oralmente y por escrito sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular y sin perpetuar estereotipos de género.