El accidente ocurrió, durante un verano reciente, en un camping de la localidad rionegrina de Las Grutas, destino turístico (de mar) por excelencia en la región. Un chiquito de 5 años jugaba con su papá y salió corriendo a buscar la pelota, que se estaba yendo lejos. Fue entonces cuando cayó dentro de un pozo con brasas, que estaba a unos 20 metros de la cabaña.
Según se determinó con testimonios y fotografías, el pozo no tenía ninguna protección ni señalización. Un empleado de mantenimiento había retirado las brasas de las parrillas del camping y las había dejado en el pozo, que tenía unos 80 cm de diámetro y al menos 20 cm de profundidad.
A partir de ese momento el niño y su familia vivieron días desesperantes. El nene sufrió quemaduras en varias partes del cuerpo. Según la pericia médica, fueron quemaduras “de segundo grado profundo”, con cicatrización de baja calidad, que se traducen en un 10% de incapacidad para el resto de su vida.
Obviamente hubo una causa judicial. Fue ante el Juzgado Civil N 31 de Choele Choel, que condenó a dos entidades gremiales y a la aseguradora del complejo a indemnizar al niño con más de cuatro millones de pesos e intereses. Una vez que quede firme la sentencia -que fue apelada-, la familia deberá presentar un proyecto de inversión del dinero que sea beneficioso para el niño.
Según se explicó desde la Justicia rionegrina, las dos entidades sindicales que deberán indemnizar al niño por “violación al deber de seguridad” son la Federación de Obreros y Empleados Municipales de Río Negro (FOYEM), titular del camping y el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOYEM), del cual era afiliada la mamá.