Una basura sorpresiva en la Neuquén que quiere ser limpia

Se sabe que una de las consignas para la ciudad de Neuquén que más se quiere instalar, es la de que sea una de las ciudades argentinas ejemplo de limpieza. Para eso se trabaja, con relativos buenos resultados, desde el gobierno municipal. Sin embargo, la conducta social tiene una especie de dualidad frente al tema: porque así como hay muchos vecinos que cuidan su entorno, hay también aquellos que no lo hacen, o hacen todo lo contrario.

El ejemplo concreto de hoy es un sorpresivo mini basural que floreció de pronto en la vereda sur de la calle Montevideo, a metros de Bahía Blanca, muy cerca de donde está el complejo multimedia de Prima. Allí, el súbito amontonamiento de materiales diversos obliga a los peatones a bajar a la calle para transitar.

Así, a los automóviles estacionados en la vereda (otra mala costumbre, incluso ilegal), hay que sumar los basurales espontáneos. Pueden durar mucho o poco, porque lo cierto es que la Municipalidad los detecta y los limpia; pero más allá de su duración, denotan la calidad de persistentes, pues una vez erradicados logran volver, de alguna manera, y configurar esta postal desagradable, no solo para eventuales turistas, sino, principalmente, para los vecinos de la ciudad que quiere ser la más limpia, y que todavía no lo logra.