En la intersección de las calles Lanín y Cacique Purrán, del barrio La Sirena, un camión del EPAS estaciona, al menos, cinco veces al día para destapar cloacas. Esta misma escena viene ocurriendo hace unos cuatro meses y eso ha generado una acumulación de bronca que impide al vecino disfrutar de las bondades del barrio.
En diálogo con el móvil del programa "Así estamos" que se emite por Radio Mitre Patagonia, una vecina llamada Paula dijo que elevó el reclamo a la comisión vecinal pero no tuvo ninguna respuesta por la presencia del camión del EPAS. "Sería genial que más vecinos hagan el reclamo, ya que llevamos meses así y además de eso hay rotura de calles en la calle principal", dijo.
Según comentó la vecina, las obras están demoradas hace un año y señaló que un camión del EPAS levanta las piedras y golpea, dejando a los vecinos sin la posibilidad de transitar tranquilos por las calles. "No hay semáforos, ni nada que proteja a los vecinos de esa situación", acotó.
Otro problema crónico que tiene como protagonista al EPAS ocurre en el barrio Huiliches por las pérdidas cloacales, puntualmente en la intersección de las calles Picún Leufú y Nogoyá. Desde hace años sostienen un reclamo para que se realice una obra con el objetivo de evitar el desborde cloacal que satura sus calles e, incluso, se mete dentro de sus hogares y comercios.
En su momento, el presidente de la comisión vecinal, Fredy Aguilera, dijo que el problema radica en que un caño, de poca dimensión, por donde pasa el líquido cloacal hasta Belgrano, quiere ingresar al caño maestro, rebota, salta la tapa y, en algunos casos, se mete en la casa de los vecinos.