En medio de una tarde agitada en Chos Malal, una escena cargada de emoción se robó todas las miradas. Un perro había sido arrastrado por el agua y quedó atrapado en la reja de una alcantarilla, en el acceso al paseo La Costanera. Su vida pendía de un hilo, hasta que dos policías intervinieron sin dudarlo.
El suboficial principal Oscar Sepúlveda y el cabo primero Osvaldo Pino, del Comando Radioeléctrico, acudieron de inmediato tras ser alertados por un transeúnte que vio al animal luchando por salir. Con maniobras rápidas y precisas, lograron liberarlo de la trampa metálica y ponerlo a salvo.
Afortunadamente, el perro no sufrió heridas visibles y, aunque estaba exhausto, volvió a respirar tranquilo. Los efectivos permanecieron a su lado varios minutos, asegurándose de que se recuperara del susto.
El gesto de Sepúlveda y Pino no pasó desapercibido. En una comunidad pequeña como Chos Malal, donde todos se conocen, el rescate se convirtió en tema de conversación y orgullo. Porque detrás de cada uniforme, recordaron los vecinos, hay personas con vocación, empatía y corazón.