En horas de la noche, un funcionario municipal, a cargo del área de Culto de la comuna de El Bolsón, protagonizó un episodio alarmante durante un operativo de control de alcoholemia realizado en una de las avenidas más transitadas de la localidad. Según relataron los inspectores de tránsito el hombre intentó evitar el control realizando una maniobra en “U”, pero fue interceptado por efectivos policiales en plena huida. "Me quise escapar porque tomé alcohol, querido", admitió al final.
Allí, visiblemente alterado y con signos de haber ingerido alcohol, se negó en reiteradas oportunidades a someterse al test. La escena, que quedó registrada en las cámaras de los agentes, mostró al funcionario en un estado de ebriedad evidente, increpando con insultos y descalificaciones a los trabajadores del operativo.
“Pongan las infracciones que quieran y me voy”, fue una de las frases que lanzó mientras intentaban explicarle la gravedad del hecho. Pese a la tensión, los inspectores mantuvieron la calma y actuaron dentro del protocolo, evitando que la situación escalara a mayores.
Una actitud temeraria y una confesión insólita
En el intercambio con los inspectores, el funcionario esgrimió excusas para no soplar la pipeta: “No me da el pulmón para soplar. No puedo sostener el aire. Apenas puedo respirar, pero ustedes sigan jodiendo, eh”, dijo en tono desafiante. Pero lo más sorprendente llegó poco después, cuando sin rodeos confesó: “Me quise escapar del control porque tomé alcohol, querido”.
Según los testimonios recabados, al advertir el operativo de control el funcionario decidió girar bruscamente en “U” en plena arteria, poniendo en riesgo tanto a los agentes como al resto de los vehículos que circulaban en ese momento. La maniobra alertó de inmediato a los efectivos que lo interceptaron antes de que pudiera alejarse.
Pese a la negativa a realizar el control, el propio funcionario admitió haber consumido bebidas alcohólicas, lo que quedó asentado en el acta correspondiente. El episodio generó una fuerte conmoción en el municipio y no se descarta que en las próximas horas presente su renuncia. La multa por la infracción podría superar el millón de pesos, y su situación administrativa está siendo analizada.
Desde el municipio no se ha emitido aún un comunicado oficial, aunque trascendió que se evalúan sanciones administrativas. El caso vuelve a abrir el debate sobre el ejemplo que deben dar quienes ocupan cargos públicos, y refuerza la importancia de respetar las normas viales y los controles preventivos que buscan proteger la vida de todos los ciudadanos.