En medio del silencio de una vivienda cerrada, rodeada de olores nauseabundos y abandono, una perra de pelaje negro resistía en soledad. Su cuerpo, consumido por la desnutrición, yacía rodeado de excrementos, sin agua limpia, sin comida, sin caricias. Fue encontrada el martes al mediodía por efectivos de la División Delitos Ambientales, tras una denuncia que conmovió al área de Bienestar Animal del municipio.
El allanamiento, ordenado por la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales y Leyes Especiales, se realizó en una casa del barrio Don Bosco II, sobre la calle Remigio Bosch. Allí, la denuncia advertía que en el interior vivía una perra en estado de abandono extremo. Lo que encontraron los oficiales confirmó lo peor: un caso claro de maltrato animal.
La imagen era desgarradora. La perra, de contextura delgada y pelaje opaco, apenas podía moverse. Su entorno, insalubre y cubierto de materia fecal, hablaba de meses —quizás años— de descuido.
Sin demoras, fue rescatada y trasladada bajo resguardo del área municipal especializada, donde comenzó un proceso de recuperación que será largo, pero necesario.
Este caso reabre la discusión sobre el maltrato animal en los barrios neuquinos y la responsabilidad que implica tener una mascota. Desde el municipio recordaron que la denuncia ciudadana es una herramienta fundamental para intervenir a tiempo. No mirar para otro lado puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Si sos testigo de una situación similar, no lo dudes: denunciá. Ellos no tienen voz. La tuya puede salvarlos.