La sanción de la nueva Ley Fauna Silvestre en Río Negro generó una fuerte reacción por parte de la Fundación Guardafaunas Honorarios, que denunció el vaciamiento institucional del área y la eliminación de la figura del guardafauna. Fabián Llanos, técnico agrónomo y referente del cuerpo, expresó con dureza: “Nos iban a borrar, por eso no nos llamaron a participar. La ley borra la función del guardafauna”. La norma fue aprobada en un trámite exprés, presentada un lunes en comisión y sancionada el jueves siguiente, sin consulta a universidades ni a los especialistas. Llanos remarcó que “no tiene nada de nuevo, es un copiar y pegar de la ley anterior”, y que lo único que se destaca es que “el guardafauna ya no existe”. En su lugar, el control será ejercido por inspectores, una figura que, según advirtió, carece de formación específica y no puede reemplazar el trabajo técnico y territorial que realizaban los agentes de conservación. "Hace más de 20 años la provincia de Río Negro llevó adelante una medida ejemplar: creó un cuerpo de guardafaunas que se destacó por su capacidad para realizar eficaces operativos en todos los terrenos", explicó.
Desde diciembre de 2023, el área de fauna silvestre fue trasladada del Ministerio de Producción. Para Llanos representó un cambio de paradigma peligroso. “No se puede hablar de fauna silvestre disociada del ambiente”, señaló, y agregó que “si no hay organismo de control, es una mera declaración”. Actualmente, el equipo cuenta con solo siete agentes, sin vehículos operativos —el último es modelo 2009— y sin respaldo institucional. “Hoy estamos en nuestras oficinas, sin movilidad, sin capacitaciones, sin presencia en el campo. No nos quieren ahí”, denunció. Aunque las fuentes laborales no están en riesgo inmediato, Llanos advirtió que la fauna sí lo está, ya que los inspectores “no están capacitados para realizar ese trabajo”.
La ley fue impulsada por el oficialismo provincial y aprobada por mayoría, con el respaldo de Juntos Somos Río Negro, pero también de sectores del PJ y la UCR, que, según Llanos “se interiorizaron, pero igual acompañaron”. El legislador Facundo López justificó la aprobación diciendo que “consultamos a quienes teníamos que consultar: los productores”, lo que generó malestar en el sector ambiental. Llanos cuestionó el nivel de desconocimiento de muchos legisladores, y recordó que el cuerpo de guardafaunas había logrado más de cien intervenciones exitosas en la última temporada, incluyendo operativos contra el tráfico de aves, inspecciones en cotos de caza y campañas de educación ambiental. “Con siete agentes hicimos un montón de acciones. No encontramos razones para la eliminación”, afirmó.
El impacto de la ley no es solo institucional, sino también ecológico y sanitario. Llanos explicó que, sin control, los cotos de caza pueden subdeclarar cazadores, lo que implica pérdida de ingresos para el Estado y riesgo para especies autóctonas. También advirtió sobre el comercio clandestino de carne de guanaco, que puede implicar riesgos para la salud humana, y la tenencia ilegal de animales silvestres como zorros y loros, portadores de rabia y citacosis.
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