El 11 de agosto, Fabio Dante Cattani, contratista de 56 años, fue agredido mientras trabajaba en una construcción en Puerto Deseado, Santa Cruz. Según el portal Infobae, una presunta patota vinculada a la UOCRA lo golpeó brutalmente frente a policías que no intervinieron.
Como consecuencia, Cattani permanece en terapia intensiva con lesiones graves: le extirparon el bazo y un testículo, sufrió fracturas costales y tiene un pulmón inoperante. Su estado es crítico y continúa en coma diez días después del ataque.
Una situación judicial paralizada
La causa judicial no muestra avances contundentes pese al estado crítico de la víctima. La fiscalía local está a cargo de Ariel Quinteros, pero el juez penal fue reemplazado y la jueza subrogante, Jésica Hernández, se excusó por tener un hermano señalado como uno de los agresores. La familia denuncia que no hay detenidos pese a que los responsables fueron identificados
Repercusiones y exigencia de justicia
La esposa y compañeros de trabajo de Cattani realizaron denuncias, y hay testigos que identificaron al menos a cuatro agresores, entre ellos su hermano (de la jueza) y otros señalados como “Cachumba”, Moreyra y Tapia Sin embargo, las obligaciones del Estado no se activaron para impedir el ataque ni apresar a los responsables.
La situación de Cattani refleja no sólo un acto de violencia extrema, sino también la falta de respuestas institucionales urgentes. Diez días después del ataque sigue sin haber detenidos ni avances judiciales firmes. La familia exige justicia, mientras él permanece al borde de la vida.