El fuego está lejos de ser controlado en Neuquén y desde el gobierno provincial buscan poder tomar cartas en el asunto. Por eso a los más de 150 brigadistas que trabajan en controlar el incendio en Valle Magdalena, sumaron bomberos voluntarios de otras provincias del país para evitar que las llamas empeoren la situación de los bosques nativos patagónicos.
Durante los últimos días han llegado a la zona trabajadores de Entre Ríos, Río Negro, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires. De la región, hay ayuda proveniente de lugares como Chimpay, Plottier, Sierra de la Ventana, Villa Regina, Cinco Saltos, Catriel, Fernández Oro y Conesa. Todos los esfuerzos y recursos están enfocados en poder extinguir el feroz incendio.
Desde Provincia han puesto todo a disposición para avanzar sobre el fuego y están moviéndose activamente para gestionar los recursos necesarios. Sin embargo, la lucha contra la naturaleza es incansable y la situación empieza a depender de las condiciones climáticas: es necesario que llueva, baje la temperatura y merme el viento.
En ese sentido, Daniel Nardo Deganutti, Jefe a cargo de la delegación de Entre Ríos aseguró: “En representación de 65 cuarteles de la provincia de Entre Ríos, el lunes al mediodía, llegamos a esta base operativa, donde ya los bomberos comenzaron su trabajo”.
En relación a los 20 brigadistas que llegaron desde la delegación entrerriana, el hombre avisó: "Son personas experimentadas que ya han trabajado en diferentes provincias, como la provincia de Córdoba, La Rioja, diferentes lugares, que ahora están en la provincia de Neuquén”.
Por lo pronto estarán una semana y sacrificaron sus vacaciones para poder detener el avance del fuego. Esperan que, además de los recursos de Provincia, puedan contar con una leve mejora de las condiciones climáticas y así poder avanzar en la gestión del incendio. El objetivo principal es evitar que se quemen casas y que el viento sople en dirección a las zonas urbanas.