Cómo y cuáles son las ciudades más inteligentes del mundo

Por Hernán Di Menna

“El futuro llegó hace rato”. La frase que el Indio Solari inmortalizó en 1987 en la canción “Todo un Palo” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, ya presagiaba el miedo que surgía pensar en lo que viene en materia tecnológica. Pero lo que no imaginaba su espíritu pesimista es que podrían llegar a diseñarse ciudades enteramente inteligentes, que hacen que todo lo visto en Hollywood quede chico.

Hablamos de verdaderas creaciones en materia urbana, sustentables, organizadas enteramente por inteligencia artificial e interconectadas: las llamadas ciudades inteligentes.

Foto: Una smart city es una ciudad que integra las tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras haciéndola así más eficiente y amigables.

Pero ¿por qué se invertiría tanto dinero en este desarrollo? Primero, porque es un gran negocio inmobiliario. Miles de personas querrían vivir en lugares con tantos avances y comodidades. Pero además, hay datos que muestran una necesidad: todos los días más de 180.000 personas se mudan a vivir a una ciudad.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipa que en 2050 la población del planeta alcanzará los 9.000 millones, 70% de los cuales vivirá en centros urbanos.

Si a esto se suma el hecho de que las grandes ciudades, ocupando tan solo el 3% de la superficie terrestre, consumen ya más del 75% de la producción de energía mundial y generan el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero, no hace falta abundar en más detalles para comprender por qué el tradicional concepto de ciudades del futuro, basado en proyecciones futuristas puramente tecnologistas y de infraestructura, ha sido reemplazado por otro en el que la tecnología sigue siendo fundamental pero en el que la sostenibilidad y el bienestar son los pilares fundamentales sobre los que se sustenta su uso.

Foto: Songdo, la ciudad inteligente de Corea.

Qué es una Smart City

Una smart city es una ciudad que integra las tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras haciéndola así más eficiente y amigables, en beneficio de sus habitantes y empresas.

Según la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), una ciudad inteligente se traduce en:

• Redes inteligentes de transporte urbano
• Mejora de las instalaciones de suministro de agua y de recolección de residuos
• Formas más eficientes de iluminar y calefaccionar edificios y casas
• Una administración municipal más interactiva y receptiva
• Espacios públicos verdes, amplios y más seguros

Foto: Una ciudad inteligente utiliza las tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

En otras palabras, una ciudad inteligente es, en sí misma, sustentable. Utiliza las tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la calidad de vida, la eficiencia y la competitividad, garantizando al mismo tiempo que responde a las necesidades de las generaciones presentes y futuras. Según la CEPE, la definición de ciudad inteligente también incluye elementos como la conectividad a Internet doméstica generalizada y el Wi-Fi en zonas públicas, así como infraestructuras conectadas a inteligencia artificial, datos abiertos y una administración pública electrónica.

Una ciudad inteligente va más allá del uso de tecnologías digitales para un mejor uso de los recursos y menos emisiones. Significa redes de transporte urbano más inteligentes, suministro de agua mejorado e instalaciones de eliminación de desechos y, como ya mencionamos, formas más eficientes de iluminar y calefaccionar los hogares. También implica una administración de la ciudad más interactiva y receptiva, espacios públicos más seguros y la satisfacción de las necesidades de una población que envejece.

Foto: Una ciudad inteligente es, en sí misma, sustentable.

Singapur y Corea del Sur, líderes

Songdo, la ciudad inteligente creada desde cero en Corea del Sur, nació como proyecto en 2003 y terminó de construirse en 2015. Fue diseñada por el famoso estudio de arquitectura Kohn Pedersen Fox (KPF), con un presupuesto de más de USD 40.000 millones.

La ciudad vive de cara al parque central, un inmenso oasis con lagos, colocado estratégicamente en el corazón del proyecto urbanístico desde el principio. Y junto a él se sitúa la escuela internacional. En el núcleo central se encuentran también el centro de control, el ayuntamiento y un centro de Artes, por nombrar algunos de los edificios más vistosos. Las casas miden al minuto el consumo eléctrico y lo reflejan en un panel. Cientos de cámaras permiten saber cuántos coches han cruzado el puente que lleva a la ciudad y el tráfico se ordena desde un inmenso centro de control.

Foto: Songdo, la ciudad inteligente creada desde cero en Corea del Sur.

Es una ciudad muy verde, plana y es fácil moverse en bicicleta. Un paraíso para las familias, dicen los residentes. Songdo nació con una filosofía clásica: es verde, tecnológica, una zona franca y una ciudad internacional. Muchas de sus innovaciones se adelantaron a su tiempo al proyectar estaciones de recarga para autos eléctricos o al impedir que el agua potable se utilice en los inodoros de las oficinas. Y llama mucho la atención su forma de reciclar: un mecanismo aspira los desperdicios directamente de las cocinas y los canaliza por una vasta red subterránea de túneles hasta el centro de procesamiento.

Pero si hablamos de ranking de ciudades inteligentes, la que lidera desde hace años es Singapur. Allí se han implementado soluciones como el análisis predictivo de fugas en las tuberías de agua, el diseño en tiempo real de rutas dinámicas para el transporte público mediante algoritmos, la creación de novedosos portales de enseñanza para todas las edades escolares o la implantación de sistema único de e-payment en mercados gastronómicos y transportes urbanos. 

Foto: Hace años, Singapur lidera el ranking de ciudades inteligentes del mundo.

A través de cientos de miles de sensores instalados en diversas regiones del país, en Singapur monitorean de forma permanente el consumo energético, la generación de residuos y el uso del agua potable y residual, en tiempo real. Todos estos dispositivos proporcionan a los proveedores de servicios públicos, residentes, al gobierno, a las industrias y a las organizaciones civiles, información exacta sobre el uso de los recursos y servicios. De esta forma es posible identificar los focos de desperdicio, disminuir costos, hacer más eficiente la prestación, distribuir mejor los recursos, y sobre todo, crear conciencia en la población.

Desde que los territorios sustentables fueron implementados, cifras oficiales calculan una disminución en el desperdicio de agua y energía que ronda el 35%, al tiempo que el aprovechamiento en el reciclaje de las basuras ha logrado una eficiencia del 300% respecto de una década atrás.

Con sensores y un sencillo sistema de georreferenciación, la red de autobuses de Singapur, reporta de forma permanente ubicación, número de pasajeros en los vehículos y en las estaciones, al igual que la velocidad promedio de las unidades, el tráfico en la vía, entre otras muchas otras variables. Esto permite, a un sistema basado en inteligencia artificial, decidir de forma dinámica la frecuencia de operación para garantizar una óptima prestación en los servicios, al tiempo que la DATA recabada alimenta las bases de datos de las autoridades de tránsito, que complementan con la red de semaforización la gestión en tiempo real de la movilidad en toda la ciudad.

Foto: Ciudad de Singapur. 

En materia de Seguridad, se ha logrado implementar un moderno sistema de gestión integral, mediante cámaras de vigilancia, sensores y parametrización de la cobertura de las autoridades, lo cual ha permitido disminuir las cifras del delito en los puntos más críticos.

Una ciudad Inteligente como ésta, solo es posible si se cuenta con salidas de alto flujo a canales internacionales de Internet, múltiples proveedores locales de acceso y una amplia oferta fija y móvil de banda ancha.

Singapur ofrece una de las mayores capacidades de conectividad a bajo costo del mundo, tanto para empresas como para usuarios finales, al punto que la velocidad promedio que ofrecen los proveedores en el hogar es de 200mbps.

El proyecto en Uruguay

A sólo 45 minutos de Buenos Aires se planea y proyecta la creación “+Colonia”, la ciudad más inteligente de América. Se trata de un predio que tiene una superficie de 500 hectáreas cercano a la ciudad uruguaya de Colonia del Sacramento, en el que se construirán unas 8000 nuevas viviendas que incluirán bosques, siete kilómetros de costa con arenas blancas, dos canteras y una laguna. La iniciativa proyecta en su planificación espacios públicos llenos de verde, circuitos para el deporte, facilidades para reciclar e Internet de las Cosas para planificar el funcionamiento de la tecnología en el hogar.

Según el proyecto, el núcleo urbano funcionará con iluminación pública inteligente a partir de sensores de movimiento, control dinámico y zonificación. Además, la ciudad tendrá redes distintas para agua potable y aguas grises -útiles para riego y otras necesidades-, generando un doble impacto en el uso y potabilización del agua. Cada unidad tendrá también medición de consumo de las principales variables para que, de manera inteligente, se puedan configurar nuevos objetivos de consumo contra parámetros amigables de confort térmico (24 grados, por ejemplo).

Foto: “+Colonia”, proyectada en Uruguay, será la ciudad más inteligente de América.

Incluso el sistema de recolección de basura será inteligente. La ciudad tendrá contenedores con sensores que indicarán si están completos, y la nube podrá planificar rutas de recolección óptimas, predecir ciclos de llenado y administrar la gestión diaria según el tipo de deshechos. Desde una aplicación central, los habitantes tendrán la oportunidad de encontrar el contenedor óptimo más cercano (teniendo en cuenta tipo de residuo y nivel de llenado) y solicitar una recolección o mantenimiento.

La movilidad también busca promover la sustentabilidad, priorizando e impulsando el uso de bicicletas comunitarias, además de e-monopatines y transporte público eléctrico para conectar +Colonia con la ciudad antigua y con el puerto.

Retos en el futuro inmediato

Más allá de las innovaciones que precisan en este siglo todas las grandes urbes, el desafío consiste en volver sustentables a las ya existentes y no tanto en crear nuevas. Y dos conceptos se vuelven fundamentales: las políticas a largo plazo más allá del signo político y las necesidades de las personas, esto es la participación de los habitantes en el desarrollo de aquellos aspectos que cada ciudad quiera impulsar.

Fundamentalmente, una ciudad inteligente será aquella que integre a la sociedad con su gobierno y que, tal como lo define el concepto de smart city del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), coloque a las personas en el centro del desarrollo.