En conmemoración al 113° Día Internacional de la Mujer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó un informe que destaca y pone de manifiesto las disparidades presentes entre hombres y mujeres y las realidades a las que se enfrentan día a día.
Los datos presentados en el informe provienen del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas del 2022 que reveló que vivimos en una sociedad feminizada, pero en desventaja. Además, este documento detalla y examina la situación de las mujeres en diversos aspectos que influyen en su participación en la vida social.
Las áreas abordadas incluyen aspectos como el envejecimiento, la inserción laboral, el nivel educativo y la atención médica, proporcionando un análisis integral de la posición de las mujeres en la sociedad.
En lo que respecta a la educación, se destaca que las mujeres logran niveles de educación formal superiores en comparación con los hombres. Además, en los centros educativos, muestran tasas de asistencia más elevadas, así como una mayor permanencia y una mayor tasa de egreso en comparación con sus contrapartes masculinas.
Sin embargo, esto no les garantiza una mayor participación en el mercado laboral, y tampoco igualdad en la percepción de los ingresos y condiciones laborales. En la mayoría de las situaciones, continúan recibiendo remuneraciones inferiores en comparación con sus colegas masculinos, por lo que su participación en el mercado laboral se da en desventaja. Incluso para acceder a puestos de mayor jerarquía necesitan mayor formación que sus pares.
Según explica el dossier, “lo que sucede en el mercado laboral está relacionado con la distribución de responsabilidades de cuidado, expresada en la intensidad diferente de tiempo que varones y mujeres destinan al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado”.
Las brechas de género en la actividad económica se mantienen a lo largo de todo el curso de vida, y se profundizan en las edades centrales. Incluso en la edad jubilatoria dada a la menor participación e informalidad en el mercado laboral, las mujeres llegan con menos años de aportes que sus pares varones.
En relación con los hogares encabezados por mujeres, el dossier revela que más del 80% de los hogares monoparentales son liderados por una mujer, quien asume la responsabilidad de proveer alimentación, cuidado, educación a sus hijos, además de realizar las tareas domésticas. Esta situación tiene un impacto significativo en los niveles de ingresos, ya que estas mujeres suelen ser las únicas fuentes de ingresos en sus hogares.