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Jueves 04 de Septiembre, Neuquén, Argentina
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La misión del perro guía, ser los ojos y el mejor amigo de las personas ciegas

Es un animal adiestrado para ayudar a una persona ciega o con una discapacidad grave en sus desplazamientos.

Jueves, 04 de septiembre de 2025 a las 10:30
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El perro guía está entrenado para reconocer y evitar obstáculos tanto estáticos como en movimiento, a nivel del suelo o en altura. Son animales que guían a los ciegos y se convierten en su mejor amigo y en su lazarillo.

El perro guía marca la llegada a los bordes, escaleras o desniveles del pavimento. Busca puertas de acceso, asientos libres en transportes públicos y tiene iniciativa para encontrar la mejor alternativa de paso en situaciones comprometidas.

Este perro lazarillo está capacitado también para desobedecer una orden del usuario, cuando su ejecución implique un peligro para su integridad física, debido a una situación que no haya advertido, como la proximidad de un auto en un cruce de calle por ejemplo.

Los perros guía son adiestrados en centros especializados cuya solvencia, seriedad y profesionalismo, está garantizados por los estándares internacionales marcados por la International Guide Dog Federation ( IGDF).

En la actualidad el perro guía se incluye dentro del concepto genérico y más amplio de perro de asistencia, que engloba a todos aquellos que han sido adiestrados para auxiliar a una persona con discapacidad, apoyándola en todos los ámbitos de su autonomía personal en los que se viera limitada, o facilitando la alerta en una crisis en el caso de enfermedades como epilepsia o diabetes. Sin embargo no debe confundirse a los perros guía con los perros de terapia, que son una modalidad diferente de terapia asistida con animales. Además los perros guía tienen sus características propias.

Los perros guía deben ser en primer lugar animales muy bien sociabilizados, capaces de mostrar un comportamiento impecable en todo tipo de entornos sociales y situaciones, con otras personas o animales. Por lo tanto, cualquier signo de agresividad, lo inhabilita para convertirse en perro guía. Además, debe tener una gran voluntad de trabajo, capacidad y concentración en la tarea de guía y baja sensibilidad a ruidos que puedan perturbarlo. En definitiva, debe ser un perro lazarillo que disfrute guiando a la persona ciega.

El adiestramiento que reciben los perros guía, tiende a minimizar los instintos naturales de caza, guarda y protección que todo perro presenta en menor  o mayor medida. Mientras otras modalidades de adiestramiento utilizan y potencian uno o varios de esos instintos, la preparación de un perro lazarillo se realiza en contra de los mismos, por lo que se convierte en un trabajo muy exigente.

Otra condición esencial es la obediencia. Debe ser un perro que atienda y cumpla las órdenes de su usuario ciego ya que de ello depende su seguridad. Este aspecto se trabaja desde la fase de educación en familia y se refuerza en la de adiestramiento. Durante el curso que realiza el usuario, buena parte de la formación se centra en enseñarle a mantener la obediencia que el animal ya ha adquirido y a utilizar correctamente las órdenes que debe darle.

Si bien la raza Labrador Retriever es la más utilizada para perros guía por su carácter sociable y versatilidad, también se usan otras razas o cruzas para su entrenamiento. El Pastor alemán, el Golden, el Flat Coated Retriever y el Caniche Gigante. Y junto a ellos otros que nacen de esas cruzas, como los de Labrador y Golden o los de Flat Coated con las dos razas anteriores o los nuevos Labradoodle, cruza de Labrador con Caniche Gigante, con un pelaje muy adecuado para las personas alérgicas.

Los perros guía están sujetos a requisitos de salud e higiene más estrictos que los perros de compañía, ya que ingresan con su usuario a todo tipo de espacio público. Debe ser vacunado anualmente contra la rabia, desparasitado interna y externamente y cada seis meses o un año, debe acreditar mediante un informe veterinario, que no padece ninguna enfermedad transmisible al humano como brucelosis, leishmaniasis o leptospirosis. 

Resulta incomprensible la reticencia del ingreso de estos perros a algunos lugares públicos por motivos sanitarios, ya que debido a los exigentes controles a los que son sometidos, difícilmente pueda encontrarse un animal más sano y controlado que un perro guía.

Ante la presencia de un perro guía y su usuario, es fundamental respetar los siguientes puntos:

  • No tocar al perro guía: El arnés o la forma de trabajar del animal indican que está en servicio, por lo tanto no se debe llamar su atención ni acariciarlo sin permiso.
  • No alimentes al perro guía: No le des comida sin autorización de su acompañante, puede tener restricciones alimentarias.
  • No distraigas al perro guía: Evita que tu propio perro se acerque o salude al perro guía, esto puede hacer que se distraiga de su trabajo y se pongan en peligro el animal y su usuario.
  • Dirigirse a la persona, no al perro: Si quieres ofrecer ayuda a la persona ciega, habla directamente con ella, no manipules ni des órdenes al perro.
  • Respeta los momentos de ocio del perro guía: Los perros guía tienen derecho a su tiempo de descanso, no lo interrumpas con interacciones innecesarias.
  • Reconoce su derecho de acceso: Los perros guía tienen derecho a acompañar a su usuario a todos los lugares públicos, como establecimientos y transportes, sin causar molestias ni alteraciones.
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