Nido Antiprincesas

Amores perros

Un día pateó el tablero y revoleó todas las fichas. Hoy es paseadora recreativa de perros y tiene un petit hotel canino. Vive con su hijo de 7 y su perra Mole en una casa que supo estar en ruinas. No tiene tv, ni internet. Apenas tiene muebles. Se reparte los paseos perrunos según los horarios de su hijo y se da el lujo de no recibir más mascotas. Ella es Mónica Mellado, si la ves pasar paseando, saludala. Trae suerte.
lunes, 31 de diciembre de 2018 · 12:30

Por María Marta Martínez

Mónica es de Bahía Blanca. Hace dos años y medio se mudó a Neuquén. A los 4 meses de llegar finalizó un matrimonio de 20 años y por una serie de desacuerdos irreconciliables “de la noche a la mañana me quedé sin nada. Estaba shockeada”, cuenta.

“La flaca”, como le dicen quienes hoy son sus amigos, quedó en la ruina total, ruina económica y emocional. Pero hizo mucha terapia, mucha. Se dio cuenta de que la soga para salir del pozo estuvo todo el tiempo en sus manos. “No conseguía  trabajo, la heladera cada vez más vacía, entonces un día la psicóloga me dice ´flaca, vos tenés un don´ y me señaló que cada vez que yo hablaba de los perros dejaba de llorar. ´Salí y enseñá´, me decía. Y literal, pateé el tablero y empecé de nuevo”.

En ese entonces, Moni aún vivía en una casa grande y hermosa, con patio, que era lo único que no había quedado en ruinas de su vida anterior. Creó una fanpage, contactó a todos sus amigos y conocidos de Bahía Blanca y, pensando estratégicamente analizó: “todos los que van de Bahía o Buenos Aires a la cordillera, hacen noche en Neuquén. Cuando pasen por acá, que me dejen el perro”. Así empezó. Primero cuidaba a dos, después a tres, después paseaba de a un perrito y hoy es el boca en boca el que le acerca la clientela.

MONI POPPINS

Moni, es una apasionada de los perros y de las causas solidarias. Desde los 15 años que tiene un vínculo entrañable con los animales. Hace dos años que tiene en Neuquén, varios emprendimientos relacionados con el cuidado y la tenencia responsable de las mascotas. Desde un Petit hotel canino y paseos recreativos hasta charlas educativas en colegios o radios locales, cada vez que hay actividades escolares relacionadas con los animales. “Esto lo hago hace mucho tiempo. Siempre trato de ir acompañada de un veterinario y llevo juegos, chiches, es muy divertido”.

Pero su causa no termina en los “perris”. De a poco se fue acercando a escuelas especiales para hacer acompañamiento terapéutico a personas que lo necesiten. Elige una mascota y sale a caminar con él o la terapeuta, con la nena o el nene, el perro y ella.  

UN PASEO POR DISNEYCAN

¿Como es un paseo recreativo? ¿Qué tiene de diferente a los típicos paseos con paseador? Todo. Los paseos con la Mary Poppins de los perros son una aventura constante. Pero tiene su reglas: no más de 4 perros por paseo; todos, sí o sí, con los papeles al día (libreta sanitaria) y deben ser de razas chicas, desde un pinscher (que pesa un kilo y medio) a un caniche, un chihuaua o un yorkshire. Durante el paseo, van dos de cada lado y en cada recorrido (que todos los días son distintos) saltan, juegan, corren, trepan y si encuentran un charco, de cabeza al agua.

“Voy con pocos perros y no sólo camino, también troto, corro, hago rondas en distintas plazas, cambio los circuitos todos los días. Un día vamos a la barda, otro al centro, otros a Plaza Roca o Güemes y otros días hacemos bicisenda o zona de museos. Jugamos mucho con distintos objetos, pelotas, sogas (-depende de las edades de cada mascota – aclara). Todos los días tengo un plan”, cuenta sin dejar de reírse un segundo.

Ella dice que en este rubro, los prejuicios también se sienten: “estoy un poco grande, y encima mujer… la palabra ´paseador´ ya te lo dice todo”. Pero ella le dio una maravillosa vuelta de rosca. No sólo se define paseadora recreativa, sino que además lo hace con un estilo muy particular: viste delantales decorados, a veces se pone la pollera rosa a lunares y si está fresco, se clava el “mamelucan” súper lookeado por ella misma. “Soy de usar mucho delantales para poder tirarme con los perris. Tengo miles, los diseño yo, los armo, los decoro. Un día de frío, en pleno invierno veo uno de esos mamelucos petroleros y dije: en la provincia del mameluco yo me estoy cagando de frío (risas), eso es, un mameluco! Los compro en mi talle por Internet y los lookeo, los lleno de huevadas, cintas, adornos”.

Es imposible no reconocerla cuando anda por la calle. Si llueve, lleva botas de goma y paraguas, ambos rosados. Y sus perros, capitas al tono. Si está lindo, delantal lleno de pompones es la opción y si está frío, Moni luce el “mamelucan” como ninguna otra mannequin podría hacerlo.

VIDA DE PERROS 

La historia del Petit Hotel Canino también es impresionante. En dos años lleva 3 mudanzas. “¿Quién te va a alquilar algo barato, con patio y apto para niños y perros?”, dice. Pero, por esas cosas de la vida, un cliente la contactó con otro que de casualidad conocía a una mujer que justo tenía una propiedad para ofrecer. Era una casa totalmente en ruinas. El trato fue: vos entrás con perros y niño pero te hacés cargo de remodelarla. Así fue, y así es hoy un hostel perruno.

“Cuando entré, lloré como marrana porque la casa estaba destruida. Tiene un patio y lo que era el galpón del fondo lo acomodé para los perros. Saqué nueve contenedores de basura. Al patio le puse pasto y al galpón lo pinté, lo arreglé y es la habitación canina o el ´can room´ como le digo yo (risas), donde están las camitas porque no tengo caniles”.

En el hotel no recibe más de 10 perros de razas pequeñas que, por lo general, son mascotas de departamento. “Cuando llegan acá para lo único que entran es a dormir la siesta o a la noche, pero después están todo el día en el patio donde hay 3 frutales y un parral, entonces ellos están ahí, desparramados abajo. Hacen vida de perros. Salen de estar todo el dia en un sillón a estar en el patio. Las mascotas cuando no están en sus casa son lo más. Una vez que entró el perro y se fue el dueño, son como los chicos. Juega uno, juegan todos. Ladra uno, ladran todos. Son un malón. Hay algunos que cuando se quedan muchos días, cuando vuelven al departamento se deprimen (risas)”.

AMORES PERROS

Los paseos de Moni son reparadores. A veces, también se le suman los dueños de sus “pibitos”, como les dice a veces. “Es re loco”, dice emocionada, quien supo salir del barro a fuerza de risas y dedicación. Aprovechando esa emoción, preguntamos qué es lo que le brindan los perros que no le dan las personas y por primera vez en toda la charla se pone seria: “Los perros te brindan todo (exclama con muchas o), amor incondicional, cariño incondicional, alegría incondicional (repite alegría dos veces). Si yo no hubiera tenido esta pasión me tiraba al río Limay porque la estaba pasando muy mal. Por ahí suena trillado, pero lo digo desde lo que vivo”.

Es persistente y camaleónica. Es acuariana (volviendo a las risas, pide que lo digamos en la nota). Estudió turismo, por eso dice que ama sacar fotos para mostrar los lugares de Neuquén por donde pasea con los animales. Trabajó como bancaria muchos años, lo que le aportó el sentido común y la precaución. Luego, tuvo un negocio de ropa, que le dio el look. Pero siempre estuvo al servicio de la gente.

Viene de vivir una vida de princesa, pero ser la Cenicienta de este cuento, es su final feliz.

 

Facebook: Monican Paseadora Recreativa

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