Nido de las palabras
Necesitamos héroes
En un mundo en el que están de moda los villanos y, a su manera, los antihéroes, el papel del héroe ha quedado en segundo plano.Tiene sentido, claro, dado que pareciera que ya hemos tenido suficiente de los personajes heroicos. En teorías literarias, tramas clichés, y distintos estudios, el papel del héroe ya se ha desarrollado tanto que, ¿acaso tiene algo que ofrecernos en el mundo actual? ¿Deberíamos reemplazarlo por lo nuevo y vívido? En realidad, por más sorprendente que parezca, necesitamos héroes.
Sí, muchos nos aburrimos de leer sobre personajes que se encuentran parados en las perfectas líneas del bien. En el mundo actual, no nos resulta tan encantador ni emocionante leer sobre héroes. Pero los necesitamos. Necesitamos héroes, aun cuando su presencia es cada vez más escasa en nuestras vidas. Disfrutamos de antihéroes moralmente grises y de buenos villanos, pero los héroes no son inútiles.
Pero los personajes del bien son importantes. Levantan nuestro ánimo, nos muestran la luz en la oscuridad, evidencian que existe un lado bueno de la humanidad a pesar de los horrores que toman lugar en el día a día, y nos dan alguien a quien admirar. Como dijo el historiador Thomas Carlyle: "la sociedad se basa en la adoración al héroe". Estas personas que buscan salvar a los demás por el bien mayor o porque es "lo correcto" son aquellas que han inspirado a la gente a través de la Historia. Personas ordinarias han ayudado al enemigo durante guerras porque éste era mucho más inspirador que el otro bando, otros han recibido balas para enviar un mensaje, otros han espiado para un bien mayor por la simple razón de inspirar al mundo. Y así hay muchísimos ejemplos. Los héroes siempre han estado ahí. Siempre han sido reales.
Ahora, en este mundo donde la mayoría estamos conectados por un celular, nuestros héroes tienden a ser personas que viven a miles de kilómetros y que tal vez nunca lleguemos a conocer. Puede que hayan excepciones, pero mucha gente admira a personas que sólo conocen por lo que publican en Twitter e Instagram, por entrevistas y por lo que dice su página de Wikipedia. Además, nuestra admiración a estos individuos remotos a los que accedemos mediante la tecnología no se basa en actos desinteresados que lleven a cabo. No se trata de “el bien”, y estamos lejos de admirarlos por ello. Nuestros héroes, a veces, viven lejos, y los idealizamos más que nunca antes. ¿Por qué? Porque sus historias nos son cercanas pero al mismo tiempo lejanas, y el poder que tenemos para alterar sus verdades para nuestro propio beneficio es mucho mayor.
Por eso, cuando nuestros modelos a seguir ya no son personajes ficticios de series, películas y libros, solemos olvidarnos de estos últimos. En el arte, estamos fallando en crear héroes hoy en día. Tal vez la literatura no está destinada a reflejar este tipo de personajes, ya que nos aburren. Nos frustran. No nos atrapan. Por ahí los héroes son algo que hemos definido pero en realidad son sumamente complejos y no llegamos a representar en prosa, por más poderosa que esta pueda ser.
Y tal vez estamos equivocados sobre qué son los héroes. Hemos dado por hecho que no son importantes cuando esto no es así. Hemos dejado de crear héroes porque las sociedades actuales encuentran a esas personas a través de sus celulares y tienen la capacidad de alterar sus historias. ¿Quién puede detenerlos?
Creo que la literatura ha dejado de creer en los héroes y, por lo tanto, lo mismo nos ha pasado a nosotros como lectores. Nos hemos empeñado en encontrarle el otro lado a las cosas. En ver más allá del blanco y negro y en explorar las profundidades de lo que significa ser humano. Nos hemos enamorado de conceptos tan peculiares como ser un antihéroe y nos fascina encontrarle el lado oscuro a las cosas. Personalmente, a mí me encanta, pero muchos hemos olvidado que el hecho de que amemos este Lado Oscuro no significa que el el heroísmo sea algo inútil. Porque no lo es. Y todavía existe. No debemos olvidarlo porque, aunque todos somos personas moralmente grises, los personajes de luz que gritan la palabra "HÉROE" siempre van a ser necesarios. Importantes. Significativos. O al menos esa es la versión romántica de todo esto.
La cuestión yace en qué tipo de héroes necesitamos hoy. ¿Quién es mejor? ¿Aquel que yace entre ficciones y fantasías? ¿Aquel que construye una imagen virtual que hacemos propia para admirar sus mejores rasgos? Tal vez la respuesta se encuentre en el poder de las historias, y en qué tipo de historias necesita cada uno.