MURIÓ MARADONA

Las veces en las que Diego coqueteó con la muerte

Crisis cardíacas, sobredosis, bypass gástrico, y hasta cuando lo mordió un perro en el labio. Todas las veces en las que nos asustamos por su salud.
miércoles, 25 de noviembre de 2020 · 14:49

Corrían los primeros días del (para algunos) nuevo mileno, la fecha exacta 4 de enero del 2000. Desde Punta del Este, Uruguay, Guillermo Coppola alertaba a los médicos que Diego no estaba bien. El doctor Jorge Romero recibió el desesperado llamado del apoderado y amigo del astro:

 

— Hola, soy el doctor Jorge Romero. ¿Me puede contar lo que pasa?

— Acá, Guillermo Coppola. Estoy con Diego Maradona, que duerme hace dos días. No logramos que se despierte.

— Pero si está durmiendo hace dos días no está durmiendo, está en coma.

 

Diego tenía una crisis hipertensiva y una arritmia ventricular. Además, dejaba de respirar durante lapsos de cinco o seis segundos. Estaba muy grave en serio. "¡Se estaba muriendo!”, detalló el profesional. Maradona, Coppola y Romero se dirigieron al Policlínico La Barra en una camioneta, luego de que otras dos personas ayudaran a subir al vehículo al ex jugador (que por aquel entonces tenía un importante sobrepeso), todavía inconsciente. Luego se confirmó (y trascendió) que había droga en el organismo de Diego. Los análisis arrojaron clorhidrato de cocaína en sangre y orina del ex futbolista. Además, se supo que el consumo había generado esa crisis de salud. Cerca del 20 de enero Maradona fue trasladado a Buenos Aires, y poco después siguió su tratamiento de rehabilitación en Cuba, con todo lo que eso conllevó.

 

 

Cuatro años después, el 18 de abril de 2004, tuvo la segunda internación más grave. Diego ingresó a la Clínica y Maternidad Suizo Argentina por haber presentado "una crisis hipertensiva en un cuadro basal de miocardiopatía dilatada y posterior hipotensión arterial, que necesitó medicación y apoyo hemodinámico". Luego de 11 días internado, finalmente abandonó la clínica con autorización médica pero sin el alta, para iniciar un período de "recuperación domiciliaria".

Maradona se recluyó en una quinta de General Rodríguez, propiedad de la familia Mastellone, donde llevó adelante seis días de desarreglos y excentricidades: pileta, asados, pizzas, partidos de golf y reuniones multitudinarias. Hasta que, en la madrugada del 5 de mayo, reingresó en la clínica con un cuadro de insuficiencia respiratoria. "Maradona tiene que cambiar de vida, todavía no tomó conciencia de su enfermedad", dijo su médico, Alfredo Cahe. Dijeron que tuvo un "desarreglo alimentario" pero la cuestión principal era controlar la abstinencia del consumo de drogas.

 

La primera vez que le realizaron un by-pass gástrico por su problema de sobrepeso fue en Bogotá, Colombia, en 2005. Diez años más tarde, tuvo una operación similar, aunque esta vez en la Clínica Falcón, de la ciudad de Maracaibo, al oeste de Venezuela, país con el que tiene una relación muy especial. En ambas oportunidades, el profesional a cargo fue el cirujano colombiano Carlos Felipe Chaux.

 

En 28 de marzo de 2007, fue internado en el Sanatorio Güemes de Ciudad de Buenos Aires tras sufrir "una descompensación que no está relacionada con la adicción a las drogas", sino que se debió nuevamente a un exceso de peso.

 

En marzo de 2010, Diego, por entonces entrenador de la Selección Argentina, debió someterse a una cirugía reconstructiva de su labio superior tras ser mordido por un perro. Luego volvió a ingresar a un hospital a principios de 2012 mientras estaba en Emiratos Árabes Unidos dirigiendo al Al Wasl y luego de haber acusado fuertes dolores abdominales. Tenía cólicos renales.

 

Diego y su perra de raza Shar Pei.

 

El 4 de enero de 2019, fue internado en la Clínica Olivos para ser sometido a una endoscopía debido a su operación gástrica, ese mismo día, recibió el alta y se pudo retirar a su casa. Además, ese año también pasó por el quirófano para atender complicaciones y disminuir los dolores de su rodilla derecha. La intervención, que consistió en la colocación de una prótesis, se realizó en la Clínica Olivos y demandó alrededor de 2 horas.

 

El último susto por Maradona fue hace menos de un mes, el pasado 3 de noviembre, a días de haber cumplido sus 60 años. Una tomografía realizada reveló un hematoma subdural, y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente esta misma noche en la Clínica Olivos. Su médico Leopoldo Luque le firmó el alta el 11 del corriente mes, y luego se supo que el astro no volvía a su casa en La Plata, sino que iba descansar en una casa en la zona de Tigre, en donde contaría con la cercanía de sus hijas y familiares para que lo puedan seguir asistiendo y visitando en estos días.

 

Diego y su último médico personal, Leopoldo Luque.

 

De esa manera se fue hoy. Dejó este plano para convertirse de lleno en el mito, la leyenda, la historia palpable del futbolísta que nadie podía parar, el ser humano que nadie podía callar, y ídolo que despertó las más fuertes pasiones, simplemente pateando una pelota con la pierna izquierda.

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