A UN PASO DE LA ETERNIDAD
Marcos Acuña, del lado correcto del paredón
La pregunta que su entrenador le hizo y le cambio la vida. Hoy ese paredón tiene su rostro reflejado
Si bien Neuquén espera expectante la definición del Mundial de Qatar entre las Selecciones de Argentina y Francia, la localidad que vio nacer a Marcos "Huevo" Acuña y el club donde se formó como jugador aguardan con orgullo el inicio del partido más importante que jugará el lateral-volante zapalino.
Zapala está convulsionada y no es para menos, uno de sus hijos pródigos está a un paso de tocar el cielo con las manos. Ese cielo celeste y blanco que en este último mes, se pintó en remeras y viajó a través de nuestras costumbres y amor a la inhóspita Qatar, que mira aturdida el desenfrenado amor que profesamos por el fútbol.
“En cada actividad se ve lo que refleja Marcos, en la ciudad, en los clubes, en las escuelitas de fútbol, todos quieren llegar a ser un 'Huevo' Acuña, tener un sueño y lograrlo", aseguró entre semana el intendente Carlos Koopmann.
“Es una emoción y un orgullo muy grande, que uno de los once guerreros que van a estar defendiendo los colores argentinos y peleando para ser campeón del mundo, sea un zapalino”, manifestó con el pecho inflado el jefe comunal.
Marcos está acostumbrado a pelearla y ser referente en selecciones. Algo que sin duda le forjó el carácter y personalidad, esa que le sobra en cada partido. Desde aquel pasó por el seleccionado neuquino de fútbol que representó a la provincia en los Juegos de la Araucanía de Puerto Montt en el 2008, pasando por puntos muy altos en su otro querido “Verde” de Caballito o el Racing que dirigió Diego Cocca, donde se forjó la conexión “centro – gol” con Lautaro Martínez, hasta su consagratorio paso por Europa y ser un indiscutido en el equipo de Scaloni.
El 'Huevo' siempre fue el mejor de su categoría, pero hubo un momento en que estaba rebelde, como todo adolescente, y había dejado de ir a entrenar para jugar en las ligas barriales, suele recordar el colega y amigo de Zapala, “Checho” Arregui.
Igualmente Acuña "por las tardes se subía al paredón del club Don Bosco y miraba el entrenamiento de sus excompañeros, hasta que un día Gabriel Rouret (el entrenador y padrino de la hija mayor del 'Huevo') le preguntó qué pensaba hacer, de qué lado del paredón se iba a quedar", rememoró el periodista.
De ahí en más la historia que todos conocemos y que todo jugador que se forma en la Liga de Fútbol de Neuquén buscará igualar. Acuña ya forma parte de la historia grande del deporte de nuestra provincia, pero también está a un paso de la eternidad.
