Marcos Acuña ha recuperado el nivel futbolístico que lo llevó a ser campeón del mundo con la Selección Argentina en 2022 y actualmente es tal vez el mejor valor individual del River de Marcelo Gallardo, pero el neuquino tiene un comportamiento reprochable dentro del campo de juego, tirando por la borda toda su experiencia internacional.
En cancha de Rosario Central jugó un gran partido ante Racing, su ex club en la Argentina. Es cierto que el zapalino después emigró a Europa y construyó allí toda una trayectoria, pero al momento de volver quedó la recriminación hacía él por haber cambiado Núñez por Avellaneda.
Con esa carga se llegó al cruce de Copa Argentina, con presencia de ambas parcialidades, y allí hubo algunos insultos hacia su figura durante el partido. Sin embargo, el lateral izquierdo jugó de manera destacada, se concentró en lo deportivo y la tarde se convertía en noche sin ninguna otra consideración.
Hasta que en el tiempo adicionado al reglamentario, en un lateral para el Millonario, Acuña hizo jueguitos con la cabeza, lo que fue tomado como una burla por los hinchas de Racing, a pocos metros de distancia. A partir de allí volaron diferentes cosas, entre ellas botellas de plástico con agua y algunos jugadores rivales le reprocharon la actitud.
El más enérgico fue Adrián Balboa, con quien Acuña se sacó y no lo podían controlar. Al término del partido, la acción se repitió y fue necesario que el empleado de seguridad de River intercediera ante el jugador, para que no cometa una locura y le cueste una dura sanción.
Una imagen de la televisión captó el momento en que el representante regional es escupido en la cara por Rocky Balboa, lo que provoca nuevamente su reacción. La cosa no quedó allí y el cuerpo técnico de Gustavo Costas también tuvo dura referencias para Acuña y su pasado por Racing.
Repetidas veces
Su comportamientos es repetido. Se lo ha visto en situaciones igual de desagradables en partidos de la Liga Profesional y de la Copa Libertadores.
Acuña está cambiado. Del perfil casi subterráneo con el que se fue, las luces de Qatar parecen haberlo encandilado al ex Don Bosco de Zapala. Momento de reflexionar para el neuquino.