Nuevamente el fantasma del doping afecta al tenis argentino. Esta vez, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) notificó a Facundo Bagnis por el uso de una sustancia prohibida sin autorización terapéutica válida, tras un control realizado durante la fase clasificatoria del último US Open, el 18 de agosto pasado. Si bien el santafesino de 35 años aceptó una suspensión provisional voluntaria, expresó su sorpresa por la noticia.
"Quería contarles que estoy pasando por uno de los peores momentos e mi carrera profesional. Recibienemente recibí una notificación de la ITIA que mostró presencia de una sustancia prohibida. La noticia me tomó completamente por sorpresa. Desde el primer momento estoy colaborando con la ITIA de manera total y transparente", fue parte del comunicado del argentino.
"Decidí aceptar voluntariamente la suspensión provisoria para dedicar toda mi atención a este proceso y demostrar que no tengo nada que esconder", agregó Bagnis, que al aceptar esta sanción provisoria está impedido de competir o entrenar en torneos organizados por ATP, ITF o federaciones asociadas, además de asistir a eventos de las mismas.
Desde el entorno del tenista, actual número 401 del ranking y que en su mejor momento estuvo 55° del mundo, la sospecha es por contaminación cruzada. "Con un equipo médico toxicólogo y abogados que trabajan conmigo sospechamos de contaminación cruzada y pronto llegaremos a que se sepa la verdad", concluyó Bagnis en su descargo público.
Según el comunicado oficial de la ITIA, la muestra A arrojó la presencia de hidroclorotiazida, un diurético incluido en la lista de “agentes enmascarantes” del Programa Antidopaje del Tenis y Bagnis no contaba con una autorización de uso de sustancias (AUT) válida. Si bien las sustancias específicas no conllevan una suspensión provisional obligatoria, el jugador argentino optó por aplicar la suspensión provisional voluntaria el 18 de octubre de 2025 y ese tiempo cumplido se le computará en cualquier sanción futura.