El rugido del agua volverá a escucharse en la Patagonia. Aluminé, una joya del sur neuquino, será nuevamente sede del Mundial de Rafting, que reunirá a más de 100 equipos de distintos países entre el 3 y el 9 de noviembre. La competencia se desarrollará bajo la modalidad R4, con cuatro deportistas por balsa y tendrá lugar en los ríos Aluminé y Ruca Choroy, dos de los tramos más desafiantes y espectaculares del país para esta disciplina.
El certamen, que se realiza cada cuatro años, regresa a la provincia tras la exitosa edición de 2018, reafirmando a Neuquén como uno de los destinos predilectos del rafting internacional. Argentina contará con nueve equipos representantes: tres en la categoría senior masculina, tres en senior femenina y otros tres en modalidad mixta.
El río Aluminé, con sus 170 kilómetros de longitud y aguas alimentadas por la Cordillera de los Andes, ofrece un terreno ideal para el descenso. Su cauce corre entre montañas y valles angostos que combinan velocidad, técnica y adrenalina. Por su parte, el Ruca Choroy, más corto y con un desnivel pronunciado desde los 1260 hasta los 820 metros sobre el nivel del mar, pone a prueba la destreza de los equipos en cada curva y salto.
El Mundial de Rafting tuvo su primera edición oficial en 1998, en Costa Rica, y desde el año 2000 se realiza cada dos años. La última competencia fue en Italia, en 2023, donde la delegación argentina obtuvo un destacado quinto puesto en la rama masculina y el 15° lugar en la categoría mixta.
Con los preparativos en marcha, Aluminé se prepara para recibir una vez más a deportistas, fanáticos y visitantes de todo el mundo. Además del espectáculo deportivo, el evento tendrá un fuerte impacto en el turismo local, mostrando las bellezas naturales del norte patagónico y consolidando a Neuquén como escenario privilegiado para los deportes de aventura.
 
 