Yamil y Vladimir Czabanyi, padre e hijo de Pompeya, Merlo, acaban de entregar finalizado el auto que utiliza el piloto argentino de Fórmula 1, Franco Colapinto. Se trata de una réplica exacta del 43 de la escudería Alpine que está usando Franco en esta temporada. Aunque ellos ya han vendido trabajos en memorabilia para distintos puntos del país, este fue uno de sus mayores proyectos.
El padre e hijo son diseñadores que han armado un taller familiar hace un año, para dejar de trabajar en su casa, principalmente basado en su pasión por la disciplina deportiva. Cuentan con una granja de impresiones y, en el caso de esta réplica a tamaño real, hicieron cada pieza en su taller artesanal para luego encastrarlas y terminar el producto, que ahora es utilizado en ferias de exposiciones como simulador.
Con el objetivo de ir dándole más realismo a su diseño de habitáculos de autos de alta competencia se fueron instruyendo en tmas de estética, pintura y ruedas. Su objetivo es que todas las personas puedan probar los autos que replican y sientan la sensación de estar sentados en una butaca de la mayor categoría del automovilismo. Hace años realizan simuladores, como volantes y pedaleras, alternativos a los que utilizan hoy las marcas.
En cuanto al desafío de replicar el auto del actual argentino en Fórmula 1, en el programa de AM550 "Entretiempo", Vladimir explicó que el auto ya lo tenían diseñado, en 3D en escala de 60cm. A partir del pedido de un cliente, que quería utilizarlo para exhibiciones, averiguaron cómo podían realizarlo a escala con el método de construcción que ellos utilizaban. "Las impresoras trabajaron 48 días seguidos imprimiendo 24 horas completas", detalló.
Ya que el auto mide 6 metros, nunca pudieron meterlo entero en su taller, que es más pequeño. Por lo cual fueron armando partes, tanto la trasera como delantera, y recién en el depósito del cliente pudieron armarlo completo. Además indicó que pesa alrededor de 150kg, la parte de abajo está reforzada con madera y metal y las ruedas fueron realizadas en fibra de vidrio, sabiendo que era para una exhibición.
"Ese era el inconveniente al principio, nosotros queríamos que sea exactamente igual, con las mismas medidas, hasta la pintura, nos dedicamos más o menos una semana en encontrar el color exacto de azul y rosa que usa la escudería. Todo eso lo hicimos nosotros en el taller, el ploteo también, nos dedicamos de diseñar cada logo y colocarlo en proporción respecto al auto original", describió Vladimir.
Destacó que la réplica tiene una regulación de altura de 1.40 a 1.90 para que todas las personas puedan usarlo. En cuanto a Colapinto, el auto le llegó de cierta forma ya que en la primera exhibición en Autoclásica donde lo presentaron el padre del piloto fue a verlo, se subió a la réplica y le mandó una foto a su hijo. "Se subió y dijo que estaba casi exacto igual al original, eso era lo que yo necesitaba, alguien que haya visto al original".
El diseño lo hicieron todo a través de fotos, lo terminaron el 15 de septiembre y tardaron alrededor de 90 días de corrido en realizarlo, trabajando entre 12 y 14 horas todos los días, incluyendo fines de semanas y feriados. "En este momento hacemos de todo, hacemos carrocerías para autos, carenados para motos. Abrimos el taller para poder agarrar proyectos que no hace nadie o que son raros, nuestro fuerte es el diseño, ahora estamos más enfocados en la parte automotriz pero nada quita que en el futuro hagamos alguna escultura o lo que el cliente necesite", agregó el joven.