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Hace 75 años, Argentina ganó su único Mundial de básquet

El 3 de noviembre de 1950, la Selección derrotó en la final 64 a 50 a los Estados Unidos en un colmado Luna Park de Buenos Aires y se alzó con la única corona mundialista en este deporte

Lunes, 03 de noviembre de 2025 a las 18:01
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La selección argentina junto a Juan Domingo Perón que apoyó aquel equipo

Antes de la Generación Dorada del siglo 21 que fuera subcampeona en el Mundial de Indianápolis 2002 y, además, se alzara con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 , décadas antes hubo otra Selección Nacional de basquetbol que también se metió en la historia –y con mayúsculas– de este deporte.

En el primer Mundial, disputado en nuestro país entre el 22 de octubre y el 3 de noviembre de 1950, la Argentina derrotó en la final a los Estados Unidos 64 a 50 –logro del que hoy se cumplen 75 años– y se ciñó la corona ecuménica.  

Pero este brillante equipo, que alcanzó la gloria máxima y causó la admiración del mundo entero por su inolvidable actuación y los talentosos jugadores que lo integraron, tuvo un destino cruel e injusto: el gobierno militar que asumió el poder el 16 de septiembre de 1955 consideró que, esta Selección campeona casi cinco años atrás, representaba algunos “principios propagandísticos” del gobierno peronista derrocado.

Tal es así que, a través de la Comisión Investigadora 49 conformada por el régimen golpista, que adujo “falta de ética deportiva” al haber aceptado “prebendas” del gobierno democrático depuesto, y se la suspendió de por vida. Y, como si esto fuera poco, hasta dispuso la prohibición de mencionar su gloriosa epopeya en los medios de comunicación, condenándola a un inmerecido olvido de la que sería rescatada años después. Con este “castigo”, la sinrazón y la estupidez habían ganado una vez más.

El Mundial inaugural de la FIBA

En el congreso que realizó la FIBA (Fédération Internationale de Basketball, en francés; International Basketball Federation, en inglés, o Federación Internacional de Básquet) en 1948 durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Londres –los primeros de posguerra–, que se desarrollaron entre el 29 de julio y el 14 de agosto de ese año, el primer secretario General de la entidad, el italiano-británico William Jones, propuso la disputa de un Campeonato Mundial de Básquet. Asimismo, Jones –que sería secretario General de la FIBA entre 1932 y 1976– nominó como sede del certamen ecuménico inaugural a la Argentina, ya que los países europeos se encontraban completamente devastados tras la Segunda Guerra Mundial.

Además, nuestro país había sido uno de los fundadores de la FIBA –que nació en Ginebra en 1932– junto con Checoslovaquia, Grecia, Italia, Letonia, Portugal, Rumania y Suiza y, el propio presidente argentino de entonces, el teniente general (RE) Juan Domingo Perón, aceptó gustoso la propuesta y le brindó un enorme apoyo al certamen.

De este histórico primer Mundial de básquet, participaron diez Selecciones: Argentina (como país organizador); Estados Unidos, Francia y Brasil (los tres medallistas en los Juegos Olímpicos de Londres 1948); Egipto (campeón Europeo en 1949); Italia y España (que obtuvieron sus plazas en el Torneo Clasificatorio Europeo, que tuvo lugar en Niza, en 1950); Uruguay y Chile (los dos mejores del Sudamericano de 1949, excepto Brasil), y Ecuador (que fue invitado por el comité organizador). 

De esta nómina original, hubo dos cambios: Italia, que adujo motivos económicos para no participar, fue reemplazada por Yugoslavia (que había obtenido el tercer puesto en el Clasificatorio de Niza 1950), y Uruguay, en cuyo lugar se sumó Perú, el siguiente clasificado del Sudamericano de 1949. Nuestro país también estuvo representado por tres árbitros: Ernesto Lastra, Juan Carlos Sánchez y Mario Lescourieux.

La primera Generación Dorada

La Selección nacional, que se alzaría invicta con el título, fue dirigida por el capitalino Jorge Hugo Canavesi y, el plantel, estuvo compuesto por el riojano Pedro Andrés Bustos (que utilizó el número 3 en el torneo); el rosarino Hugo Oscar del Vecchio (4); el capitalino Leopoldo Contarbio (5); el bonaerense Raúl Pérez Varela (6); los capitalinos Vito Liva (7), Oscar Alberto Furlong (8), Roberto Viau (9), Rubén Menini (10) y Ricardo Primitivo González (11); el bonaerense Juan Carlos Uder (12), y los capitalinos Omar Monza (13) y Alberto López (14).

El equipo tuvo apoyos clave en su preparación. Además del de la CABB (Confederación Argentina de Básquetbol), el gobierno nacional aportó los fondos para que el entrenamiento fuera de la más alta calidad –con un acondicionamiento físico y técnico tan riguroso como inusual para la época–, incluidos alojamientos de primer nivel (la concentración tuvo lugar en el estadio Monumental de River), y gestionó las licencias en los respectivos trabajos de los jugadores (junto con certificados para los que cursaban estudios), todo con la finalidad de que estos solo pensaran en el rendir al máximo en el Mundial.

Con las experiencias y enseñanzas adquiridas en Londres 1948 y el Sudamericano de Paraguay de 1949, Canavesi (quien había debutado como DT de la Selección en los citados Juegos Olímpicos desarrollados en la capital británica) convocó a dos asistentes para el torneo que se avecinaba: Casimiro González Trilla, su ayudante en la dirección técnica y muy reconocido como analista y estratega del juego, y profesor Jorge Boreau, quien fue el Preparador Físico.

Este cuerpo técnico recorrió todo el país y organizó partidos de práctica en varias ciudades. Primero formaron una Preselección de 50 jugadores y, tras los sucesivos cortes, quedaron los 12 definitivos. Para completar esta lista hubo cuatro reservas a los cuales, también, se los consideraría campeones del Mundo: los rosarinos Alberto Lozano, histórico jugador de Newell’s, con el que ganó 13 títulos locales seguidos, y Osvaldo Venturi, que se destacó en los clubes Oroño, Sportivo América, Rosario Central y Peñarol de Elortondo; el capitalino Jorge Nuré, quien formó parte de la Selección durante cinco años, y el escolta santafesino Ignacio Poletti, conocido como El Bombardero, que jugó muchos años en Racing Club.

Ricardo González, el único sobreviviente de aquel equipo, cumplió 100 años en mayo. Respeto absoluto.

Todo el Mundial se disputó en el estadio Luna Park de la Capital Federal, excepto dos partidos que se jugaron en el estadio Norte de Rosario, sito en avenida Alberdi y José Ingenieros, protagonizados por las Selecciones que no se clasificarían a la rueda final por el título: Perú-Yugoslavia y España-Ecuador y, en ambos casos, la victoria fue para los elencos sudamericanos.

La Argentina debutó el lunes 23 de octubre con una gran victoria ante Francia por 56- 40 y, de este modo, avanzó a la ronda Final, junto con Estados Unidos, Brasil y Egipto que, respectivamente, derrotaron a Chile, Perú y España.

En la siguiente instancia, la Selección venció 40-35 a Brasil el domingo 29 y, al día siguiente, hizo lo propio con Chile por 62-41. Los dirigidos por Canavesi siguieron a paso firme y, el martes 31, volvieron a superar a Francia, esta vez por 66-41. Un día después, el miércoles 1 de noviembre, arrollaron a Egipto por 68-33.

Así, con cinco triunfos, la Selección obtuvo el pasaje a la final, que se disputaría el viernes 3 de noviembre, a partir de las 23, frente a los Estados Unidos, y dirigirían el suizo Marcel Pfeuti y el italiano Gualtiero Follati.  La Selección ganó en la final 64-50 en un colmado Luna Park y se alzó con la única –a la fecha– corona en este deporte.

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