El Gobierno decidió aumentar los aportes jubilatorios que deben pagar los clubes de fútbol, pasando del 7,5% al 13%. El motivo: según el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, el fútbol argentino venía usando desde hace años un régimen especial que les permitía pagar mucho menos que cualquier pyme o empresa común.
Ese sistema se creó en 2001, en plena crisis, y reemplazaba los aportes normales por un porcentaje sobre las entradas, los pases de jugadores y los derechos de TV. Pero con el tiempo, esa fórmula quedó desactualizada, y los clubes empezaron a aportar cada vez menos. ¿El resultado? El sistema jubilatorio quedó con déficit, y ese faltante lo terminaban cubriendo los jubilados.
Sturzenegger denunció que los clubes aprovecharon vacíos legales para pagar aún menos: por ejemplo, vendiendo "abonos" en lugar de entradas (que no tributaban), o usando el beneficio para actividades que no eran fútbol, como escuelas privadas dentro del club. Casos como River y Vélez, con millones de dólares en ganancias, aportaban cifras muy bajas al sistema, según el Gobierno.
Aunque se intentó negociar una nueva forma de pago con AFA y clubes, la propuesta que presentaron seguía siendo deficitaria. Por eso, el Gobierno resolvió volver al régimen general. Pero antes de que se aplicara, un juez falló a favor de la AFA y frenó el cambio.
Ahora, el Gobierno contraataca aumentando la alícuota para que, al menos, el sistema no siga perdiendo plata. La discusión sigue abierta, pero el trasfondo es claro: mientras el fútbol mueve millones, los aportes los terminaban pagando otros.