Opinión

El regreso a la política

Una semana que parece destinada a marcar los rumbos de la política neuquina. La reunión de Sapag en Buenos Aires con Capitanich. Las tribulaciones de los seguidores de Pereyra y la interna que se desató en el entorno de Quiroga son las claves.
domingo, 1 de diciembre de 2013 · 20:12
El Regreso a la Política
En los próximos dos años el gobernador Jorge Sapag vera seguramente los frutos de los seis años anteriores de gestión. La explosión del petróleo vuelve a colocar a Neuquén entre las provincias privilegiadas de este país. 
El nuevo modelo o nuevo paradigma -para ser más precisos- petrolero ha generado un nuevo escenario político e institucional. Quien maneja el poder sabe muy bien de qué se habla en términos económicos y políticos. 
Le ha tocado al gobernador ser un tributario del poder Kirchnerista y del modelo que hegemonizó la década; decimos bien, fue un gran aportante al modelo que se enseñoreó en la Argentina. Y el sentimiento de injusticia impregna al sapagismo. Justo ahora que vienen los beneficios, la constitución le priva de seguir adelante con su gestión. 
Con ese sentimiento el gobernador Sapag se sentó con importantes operadores del Gobierno Nacional y sondeó cual sería la postura ante un posible intento de re reelección al cargo. No sorprendió a nadie. En el kirchnerismo estaban seguros de que el neuquino no se iba a quedar cruzado de brazos ante el avance del sindicalista Guillermo Pereyra; alineado con Moyano y protagonista de un desaire a la presidenta tras ser designado en el directorio de YPF luego de ser estatizada.
La derrota en las elecciones del 11 de  agosto y el resultado del 27 de octubre, lejos de amedrentarlo le insuflaron un ímpetu mayor y alejado del estilo cauto y ponderado de Sapag. Revisó toda su estrategia y repasó sus alianzas; confiado en su propio equipo de colaboradores marcó un camino a seguir: "Vamos por todo”. A Sapag ni se le ocurre entregar el poder a otra persona que no sea él mismo o alguien muy de su riñón. No aportamos nada nuevo.
En este cometido el papel de Guillermo Coco es superlativo y para confirmar eso basta  seguir de cerca el papel del ministro en la estrategia energética por un lado y la construcción política por otro. Ya se habla de acuerdos con los gremios más combativos para que –al menos- no se opongan a la re reelección.
En Buenos Aires le dieron carta blanca para intentar su continuidad. De hecho le preguntaron si contaba con la cantidad de diputados para lograrlo y el mandatario neuquino afirmó que le dan los números. Hay entre estos deseos y la materialización de la realidad un trecho importante. Si se observa la dinámica del gobierno en las últimas semanas se podrá confirmar cuales son los deseos de Jorge Sapag. 
Otro importante hecho a tener en cuenta será la integración del nuevo gabinete. Circulan muchos nombres pero sin duda los que serán elegidos para esta instancia serán personas y dirigentes muy convencidos del camino a emprender. Muy lejos de lo que sucedió hasta ahora donde la falta de compromiso con el proyecto político de Sapag le generó déficits importantes en la gestión de gobierno. Se vienen los cambios y se profundizará el compromiso con la continuidad con el proyecto.

Los Petroleros 

Por el lado de Guillermo Pereyra las cosas tuvieron un solo y determinante hecho. Un incidente que mostró los límites biológicos de quien se perfila para ser el hombre con más chances de acceder al poder en 2015. La internación de Pereyra producto de un pico de presión dispararon todo tipo de especulaciones. Y ahí se conoció la frontera de un proyecto que había ilusionado a miles de neuquinos y a buena parte del MPN.
Pereyra había juntado a gran parte de la desilusión con el gobierno. Militantes, punteros, dirigentes despechados o soslayados por el sapagismo le dieron forma al descontento con el gobierno y se convirtieron en un cauce del mismo. Fue una manifestación de demandas, ahora viene la instancia de las propuestas. Ahora hay que ser una alternativa política. Ahora afloran las debilidades. Es una instancia diferente y que requiere de cierta muñeca política. Nadie duda de que Pereyra está donde está por sus dotes y condiciones. Una larga trayectoria sorteando encrucijadas no se pueden dejar de considerar. Sin embargo muchos de los que conocen la vida interna del MPN creen que la falta conocimiento del terreno político donde se van a desarrollar los hechos en los próximos meses pueden diluir la fuerza con que irrumpió el petrolero en el escenario político en este 2013.
El viernes por la noche Pereyra vivió su primer disgusto como senador. Llegó al festival de Box que se realizaba en el Ruca Che y tuvo que compartir junto a Jorge Sapag el espectáculo. No era su idea, tenía pensado solicitar un encuentro con el gobernador en calidad de representante institucional de la provincia. No quiere ni de casualidad aparecer cerca del gobernador, quiere marcar las diferencias y mantener su postura política lejos del oficialismo, en la provincia y en el Senado de la Nación.
La reunión de Sapag con Jorge Capitanich es un dato que lo inquieta y lo reafirma en su posición política. 
Las cosas en política tienen una dinámica que veces no tiene en cuenta ni a los propios protagonistas.

 

Pechi

Justo cuando al intendente Horacio Quiroga se le empiezan a habilitar los tiempos para comenzar a construir el camino hacia la gobernación se le salta la liebre. Una disputa entre hombres de su entorno más confiable lo ha  puesto en el centro de la atención mediática. Efectivamente, si a Quiroga alguien le hubiera dicho que su fiel Gastón Contardi iba a levantar el perfil para enfrentarse con Marcelo Bermúdez lo hubiera desacreditado con absoluta seguridad. 
Sin embargo estamos asistiendo a un hecho político que pone al intendente en una situación difícil, aunque conociendo a Quiroga se sabe cómo va a terminar. 
La conformación de Nuevo Compromiso Neuquino tiene un vértice y es la figura de Quiroga. Cualquier desafío a su autoridad tiene destino cantado. En el entorno del Intendente se habla de que la presidencia del Concejo Deliberante tiene un nuevo ocupante. David Schleret será probablemente quien reemplace a Gastón Contardi. Los entretelones de la interna municipal son dignos de un panorama político completo. Sus aristas marcan entretelones propios de una de largo tiempo y entrelaza a partidos, figuras y familiares.
También Quiroga al igual que Sapag está pensando en una renovación de equipo. Se espera que en enero termine de delinear su estrategia electoral y determine con quien caminará acompañado ese último trecho.
En fin ni Neuquén es Macondo ni ningún dirigente es un alquimista perfecto, la realidad ira moldeando el camino hasta 2015.


M.E.G






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