EDITORIAL

La formula Quiroga-Giacobbe

Nada es casual en política, quien asesora a Quiroga es el mismo consultor que asesoró a Guillermo Pereyra durante las PASO de 2014. Y sí se repasa las campañas de Jorge Giacobbe en otros lugares del país con otras figuras se podrá notar que son similares en cuanto a su técnica. Se trata de pegar y fijar posiciones. O como se traduce en el lenguaje callejero: pegar primero y preguntar después. En el ambiente político esto se denomina campaña sucia y consiste en trabajar sobre la figura del adversario resaltando sus aspectos negativos. Varios de los movimientos de Quiroga han respondido a esta estrategia. Hasta aquí hemos visto el qué de la cuestión, ahora intentaremos explicarnos el porqué.
domingo, 16 de noviembre de 2014 · 11:30
Una vez más la monotonía política de la interna del Movimiento Popular Neuquino se ha visto alterada por la opinión foránea de un referente político. Hasta ahora el más audaz ha sido Horacio "Pechi” Quiroga quien apunta al núcleo duro del partido de gobierno. Desde empapelar paredones en el centro de la ciudad de Buenos Aires con la consigna "Chau Sapag, Hola Pechi” hasta la osadía de comparar al gobernador Jorge Sapag con el dictador Francisco Franco o con Chiang Kai Shek. Quiroga lo ha hecho casi todo en cuanto a recursos de marketing político siguiendo el abc de las técnicas de quien es su manager electoral, Jorge Giacobbe. 
Desde un punto de vista práctico es ingeniosa y barata la idea de  atacar a la familia Sapag por su permanencia en la cúspide del poder político en la provincia. Básicamente la oportunidad de hacerlo durante la campaña interna del MPN le proporciona una difusión singular dado que el momento está siendo monopolizado por el partido gobernante y la aparición de Quiroga con este tipo de acciones capta la atención de un sector politizado de la ciudadanía. Declaraciones como estas últimas también tienen su costo en términos políticos. Pero veamos adonde apunta Quiroga.
El escenario político está siendo monopolizado por el MPN, ocupando el lugar de oficialismo (lista azul) y oposición (lista azul y blanca) constituyéndose el Movimiento en un sistema político cerrado en sí mismo que se retroalimenta de terceras fuerzas que desde distintas vertientes político/ideológicas contribuyen al mantenimiento de su funcionamiento. Sucintamente este sería el modo en que opera el sistema político neuquino en términos electorales. "Hay que romper con eso” sostiene la lógica del encuestador que asesora a Quiroga y a partir de este razonamiento es que el discurso de Quiroga comienza  a cambiar y a ponerse más agresivo. 
Nada es casual en política, quien asesora a Quiroga es el mismo consultor que asesoró a Guillermo Pereyra durante las PASO de 2014. Y sí se repasa las campañas de Jorge Giacobbe en otros lugares del país con otras figuras se podrá notar que son similares en cuanto a su técnica. Se trata de pegar y fijar posiciones. O como se traduce en el lenguaje callejero: pegar primero y preguntar después. En el ambiente político esto se denomina campaña sucia y consiste en trabajar sobre la figura del adversario resaltando sus aspectos negativos. Varios de los movimientos de Quiroga han respondido a esta estrategia. Hasta aquí hemos visto el qué de la cuestión, ahora intentaremos explicarnos el porqué.
En el plano hipotético desde el equipo de trabajo de Quiroga se especula que el resultado de la elección de la interna del MPN dejará  como resultado un interesante paquete de votos. Esto es, si pierde Jorge Sobisch la interna el voto sobichista naturalmente decantará hacia Quiroga, por estilo y por discurso el neuquino medio asocia a ambas figuras. "Pechi y Bigote son de la misma escuela” y por supuesto que juntan enfrente a los mismos adversarios. En el caso de que quien resultará derrotado fuera Jorge Sapag, tanto Quiroga como Giacobbe piensan que el gobierno no se va a involucrar en la campaña de Sobisch tal como lo hicieron con Guillermo Pereyra en las generales de octubre de 2014. Por tanto, el resultado de la interna del MPN le dejaría a Quiroga un residual de votos que lo obliga a andar con el medio mundo en la mano a la pesca de lo que suceda. 
Suena algo elemental, no? Pues, es lo que están recogiendo las encuestas caseras de muchos de los que generan opinión en el entorno del jefe municipal capitalino. Son los mitos urbanos que en boca de políticos alcanzan una dimensión de teoría, luego la realidad  se ocupa de colocarlos en su justo lugar. Sino miren el discurso de Pereyra de "terminar con la familia Sapag” donde quedó: llevó de compañera de fórmula a Lucila Crexell, sobrina del gobernador. La actual senadora ya no reporta al líder petrolero y sigue siendo Sapag, hija de Luz y nieta de Elías. En la lista de Jorge Sobisch también está Emiliano Sapag quien es hijo de Luis y nieto de Felipe. Tanto éste como Lucila están ocupando esos espacios porque son militantes, independientemente de su origen familiar. Obviamente que su pertenencia les otorga cierta ventaja. Pero hablar de una dinastía es un tanto exagerado sobre todo cuando se trata de gente que debe someterse a una doble selección, primero la interna de su partido y después la legitimación del voto ciudadano. 
También hay que tener en cuenta que el voto anticasta (si es que existiera) está representado por el propio Jorge Omar Sobisch quien en vida del máximo referente del MPN se animó a enfrentarlo y derrotarlo. La historia del MPN está llena de ejemplos que demuestran que la inserción popular es decisiva para quienes quieren llegar a algo dentro de sus filas. Tal vez la clave este en el manejos del Estado, pero ese es otro análisis. Hasta aquí venimos hablando de cómo está manejando Jorge Giacobbe la campaña de Horacio Quiroga en medio de la interna del MPN. Prácticamente es un curso de piragüismo donde el rápido es el Movimiento y el que va arriba de la piragua es Pechi Quiroga.
El camino a la gobernación ya está diseñado, la fecha estimada para la elección ronda en la cabeza de Jorge Sapag, solo la va a precisar si gana las internas su candidato y en ese caso ya anticipó que piensa en llevarlas a mayo de 2015. Si pierde deberá pensar una fecha que le permita conducir la transición sin traumas, algo medio difícil con Jorge Sobisch de candidato a gobernador.
M.E.G. 


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