EDITORIAL

La semana de la discordia

Si hubo o no acuerdo explícito con Ramón Rioseco es muy difícil de demostrar, lo que si es cierto es que a partir de diciembre desde Buenos Aires se comenzó una tarea de cercamiento del intendente de Cutral Có y que tuvo su corolario cuando se reunión en la Casa Rosada con Oscar Parrilli. De allí salió la decisión de que sería el candidato del Frente para la Victoria y que ocuparía ese lugar en la fórmula sin pasar por internas. Algo que mortificaba al ahora candidato. Todo hace presumir que la fecha elegida para hacer el congreso del PJ -un 2 de enero inmediatamente después del feriado las fiestas- fue porque estaban en conocimiento de que se iban a anticipar a la fecha estimativa que había lanzado el gobierno. Hoy se puede hablar que fue una bomba de distracción, mientras todos los opositores manejaban un cronograma con fecha de elecciones para mayo el gobierno se las fijó en abril.
domingo, 18 de enero de 2015 · 11:47
Con la decisión de llevar las elecciones a abril el gobernador Jorge Sapag trata de evitar la tormenta que se puede generar si la situación con el petróleo se complica con las vicisitudes del mercado. Es conocido lo que está ocurriendo con el precio y la pelea que se desató entre quienes manejan el mercado de este estratégico bien. Lo anticipó a mediados de diciembre el CEO de YPF, Miguel Galuccio "será un año difícil”. A partir de este diagnóstico y con las previsiones propias el gobierno neuquino se largó diseñar el año electoral y esto implica elegir aliados, fechas, y también porque no contendientes.
El diseño de escenario que parece haber elegido el gobierno es marchar junto al gobierno nacional, una estrategia que indica acordar con el FpV a nivel provincial, priorizar a esta fuerza como la oposición en desmedro de lo que está armando el intendente de la Capital, Horacio Pechi Quiroga. Hay una cantidad de hechos que indican que esto comenzó a gestarse aun cuando Pechi Quiroga y Ramón Rioseco seguían sacándose fotos juntos y amenazando con armar una fórmula que derrotara al MPN gobernante. Tras el triunfo de la fórmula Gutiérrez- Figueroa el líder de los azules, Jorge Sapag avanzó en el diseño de un escenario que le evitará eludir la mayor cantidad de riesgos.
Las elecciones provinciales fijadas el 26 de abril le significa al gobierno que antes de que transcurra el 30 por ciento del año calendario tendrá elegido a quien gobernará por los próximos cuatro años. Hacerla dentro el primer cuatrimestre implica que evitará la mayor cantidad de imponderables que puedan surgir a raíz de los vaivenes del mercado petrolero que hoy sostiene un nivel de actividad económica muy gravitante en la generación de empleo y expectativas sociales. Un segmento de la economía donde el gobierno tiene prácticamente nula incidencia, porque no maneja las variables que afectan a la actividad. Donde sí tiene manejo el gobierno es donde el Estado tiene presencia insoslayable y en ese ámbito ya se vislumbra un acuerdo con los gremios más combativos y salvo en el caso de los médicos del sector público, tiene cerrado lo que será el primer semestre de acuerdos salariales. Esto implica que ha minimizado los riesgos de conflictos laborales y que tiene garantizado la primera parte del año sin los bombos tronando en la plaza.
Si hubo o no acuerdo explícito con Ramón Rioseco es muy difícil de demostrar, lo que si es cierto es que a partir de diciembre desde Buenos Aires se comenzó una tarea de cercamiento del intendente de Cutral Có y que tuvo su corolario cuando se reunión en la Casa Rosada con Oscar Parrilli. De allí salió la decisión de que sería el candidato del Frente para la Victoria y que ocuparía ese lugar en la fórmula sin pasar por internas. Algo que mortificaba al ahora candidato. Todo hace presumir que la fecha elegida para hacer el congreso del PJ  -un 2 de enero inmediatamente después del feriado las fiestas- fue porque estaban en conocimiento de que se iban a anticipar a la fecha estimativa que había lanzado el gobierno. Hoy se puede hablar que fue una bomba de distracción, mientras todos los opositores manejaban un cronograma con fecha de elecciones para mayo el gobierno se las fijó en abril. 
Son apenas treinta días lo que adelantó el gobierno, pero teniendo en cuenta que las fuerzas opositoras se fueron al receso pensando que tenían varios meses por delante para las elecciones notificarse esta semana  de que se le achican todos los plazos para concreción de alianzas, la inscripción de frentes y  con el FpV ya con formula en la calle queda bastante claro desde la cúpula del PJ se conocía cual sería la decisión del gobierno. Por eso es dable sostener que el gobierno ha ido construyendo un escenario a su medida para las elecciones de abril.
Por qué el FpV asentiría un rol de partenaire en esta instancia es la respuesta que debe encontrar el analista de la política. Y una de las hipótesis podría ser que el gobierno nacional maneja datos de que en Neuquén no están dadas las condiciones para que el gobierno cambie de signo. Salvo que se diera –tal como se lo plantearon en su momento- una alianza entre Rioseco y Quiroga no había condiciones para desalojar al MPN del poder. Con esta certeza el kirchnerismo sacó las facturas pendientes y le hizo saber a Rioseco que este es el momento en que debe devolver los favores recibidos. Y se acaba allí la gran esperanza de ganarle al MPN. La bronca de Javier Bertoldi, las bravuconadas de las organizaciones sociales, el pataleo infantil de algunos sectores internos dejaron paso a la realpolitik y para otorgarle mayor veracidad fue el nuevo jefe de la SIDE quien personalmente cerró la lista y alineó la tropa. Cualquier acusación de stalinismo en el FpV es una mera coincidencia.
El otro elemento que permite inferir que hay un correlato político entre la decisión de fijar la fecha en abril y el consentimiento del gobierno nacional para acompañar es que con esta medida el MPN abre el cronograma electoral en el país y en el caso neuquino quien se queda con la bandera del PRO es Horacio Pechi Quiroga. Y vista desde afuera la elección nuequina se va a vender al gran público nacional como el triunfo de un aliado del kirchnerismo y la derrota de un hombre que responde al macrismo. 
La devolución de favores entre el MPN y el Frente para la Victoria es la demostración de cómo funciona esta corriente de simpatía o alianza estratégica que ha pasado por muchos altibajos pero que nunca fue descartada a pesar de los resultados en contra.

 

M.E.G.



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