EDITORIAL
El costo de la verdad
El manejo de las estrategias de campaña también hablan en estas semanas decisivas y de sus aciertos o errores depende la suerte de los candidatos. Lanzadas y en carrera las alianzas están mostrando sus resultados.
En muchas ocasiones nos encontramos frente a situaciones donde debemos optar entre asumir la realidad tal cual es o aceptar que hay versiones más confortables de esa realidad. Y es en ese proceso donde comenzamos a vivir situaciones de adecuación o endulzamiento de la realidad real a la realidad asimilable para nuestras pretensiones. Cuando incursionamos en el universo o el mundillo de la política nos topamos que ese recurso anteriormente descripto es uno de los más utilizados. Cada vez que estamos en campaña electoral es más perceptible. Para entenderlo mejor sirve el ejemplo de las encuestas, herramienta esencial en épocas de campaña.
La divulgación de resultados de encuestas o de supuestas encuestas sirve muchas veces para intentar construir una realidad a medida de nuestras pretensiones. Y muchas veces termina instalando un mito que más tarde no se condice o se replica en la realidad verdadera que arrojan los resultados de la elección. Estamos en una época donde esto sucede más a menudo. Pasó en la ciudad de Buenos Aires y también en la provincia de Tucumán en las últimas elecciones pero hay antecedentes numerosos en todas partes y de épocas remotas.
La campaña actual en las elecciones por el gobierno de la ciudad de Neuquén sucede más o menos parecido en cuanto a las encuestas; están las reales y las deseadas y la planificación de algunas campañas parece responder a esa realidad deseada. La búsqueda de un escenario ideal para las pretensiones propias lleva muchas veces a la construcción de una realidad virtual que luego se topa con la realidad real. A menos de tres semanas la falta de una polarización entre el oficialismo y una de las fuerzas opositoras lleva a que se fortalezca la opción de continuidad que plantea Horacio Pechi Quiroga. Y esta realidad es la que buscan modificar sus opositores. ¿Quién puede ser el que se plante como opción concreta y canalice el voto útil? Esta disputa hace que en las próximas semanas buena parte de la energía y de las acciones de los opositores se dirijan a resolver esa disputa para llegar a la última semana de campaña siendo la opción preferida.
El manejo de las estrategias de campaña también hablan en estas semanas decisivas y de sus aciertos o errores depende la suerte de los candidatos. Lanzadas y en carrera las alianzas están mostrando sus resultados. Caminatas, actos, discursos, folletos, jingles y todo el marketing apoya el sustento discursivo de los candidatos. Lo básico está a la vista, unos hablan de realizaciones y realidades concretas en oposición a quienes gobiernan la provincia y la nación y estos responden desde la realidad de las carencias. La oposición de realidades. La realidad inclusiva de los opositores referenciados en el gobierno nacional versus la realidad real de quienes gobiernan la ciudad. Ese es el escenario planteado desde lo discursivo; el centro versus la periferia; lo popular versus lo elitista, el ellos o nosotros de esta época de la historia. Y en este planteo tampoco hay polarización. Quedando para Quiroga el territorio de lo que vendría a ser el centro desde lo discursivo, lo ideológico y real mientras que el resto debe disputarse lo que discursivamente representa lo inclusivo, lo popular y la construcción de un nosotros que destrone la opción oficial. Ese nosotros no es lo mismo para Gastón Ungar que para Pablo Bongiovanni o Mercedes Lamarca. Ese nosotros se reparte también con Gastón Contardi y con Juan José Dutto que son las fuerzas con representación dentro del Concejo Municipal. Lo que vendría a ser la oposición sistémica.
Las encuestas muestran esta disposición de fuerzas en el escenario político, lo que busca modificar esa situación es el discurso político; y esa tarea es la más difícil: cómo lograr instalarse en el imaginario de la gente y mostrarse como la verdadera opción de poder. Una tarea que en la mayoría de los casos requiere una cantidad de tiempo para su concreción y que en esta campaña se demoró por la gran cantidad de elecciones que atraviesan las diversas categorías y el cruce de opciones. Lo describíamos en artículos anteriores el cruce de lealtades y de opciones en las elecciones provinciales, nacionales y ahora en las locales. Un ejemplo de ello es ver a Ramón Rioseco y a Horacio pechi Quiroga compartir escenario y hacer causa común frente al MPN tras ir separados en las elecciones para gobernador y también estar preparados para verlos ir uno con Mauricio Macri y el otro con Daniel Scioli. Escuchar el discurso de Rioseco hablando ya de la opción 2019 también sirve de indicador de hacia dónde marcha, sobre todo cuando Quiroga habla de lo que será su última vez en el gobierno de la ciudad.
Estos acuerdos tan traídos de los pelos para el observador común puede que terminen siendo una verdadera opción a la hora de intentar destronar al MPN. No pudo ser en 2015, irán por el 2019. Mientras tanto deben defender lo que gobiernan hoy. Esa es la realidad real, mientras que la ideal está en proceso de construcción.
M.E.G.
La divulgación de resultados de encuestas o de supuestas encuestas sirve muchas veces para intentar construir una realidad a medida de nuestras pretensiones. Y muchas veces termina instalando un mito que más tarde no se condice o se replica en la realidad verdadera que arrojan los resultados de la elección. Estamos en una época donde esto sucede más a menudo. Pasó en la ciudad de Buenos Aires y también en la provincia de Tucumán en las últimas elecciones pero hay antecedentes numerosos en todas partes y de épocas remotas.
La campaña actual en las elecciones por el gobierno de la ciudad de Neuquén sucede más o menos parecido en cuanto a las encuestas; están las reales y las deseadas y la planificación de algunas campañas parece responder a esa realidad deseada. La búsqueda de un escenario ideal para las pretensiones propias lleva muchas veces a la construcción de una realidad virtual que luego se topa con la realidad real. A menos de tres semanas la falta de una polarización entre el oficialismo y una de las fuerzas opositoras lleva a que se fortalezca la opción de continuidad que plantea Horacio Pechi Quiroga. Y esta realidad es la que buscan modificar sus opositores. ¿Quién puede ser el que se plante como opción concreta y canalice el voto útil? Esta disputa hace que en las próximas semanas buena parte de la energía y de las acciones de los opositores se dirijan a resolver esa disputa para llegar a la última semana de campaña siendo la opción preferida.
El manejo de las estrategias de campaña también hablan en estas semanas decisivas y de sus aciertos o errores depende la suerte de los candidatos. Lanzadas y en carrera las alianzas están mostrando sus resultados. Caminatas, actos, discursos, folletos, jingles y todo el marketing apoya el sustento discursivo de los candidatos. Lo básico está a la vista, unos hablan de realizaciones y realidades concretas en oposición a quienes gobiernan la provincia y la nación y estos responden desde la realidad de las carencias. La oposición de realidades. La realidad inclusiva de los opositores referenciados en el gobierno nacional versus la realidad real de quienes gobiernan la ciudad. Ese es el escenario planteado desde lo discursivo; el centro versus la periferia; lo popular versus lo elitista, el ellos o nosotros de esta época de la historia. Y en este planteo tampoco hay polarización. Quedando para Quiroga el territorio de lo que vendría a ser el centro desde lo discursivo, lo ideológico y real mientras que el resto debe disputarse lo que discursivamente representa lo inclusivo, lo popular y la construcción de un nosotros que destrone la opción oficial. Ese nosotros no es lo mismo para Gastón Ungar que para Pablo Bongiovanni o Mercedes Lamarca. Ese nosotros se reparte también con Gastón Contardi y con Juan José Dutto que son las fuerzas con representación dentro del Concejo Municipal. Lo que vendría a ser la oposición sistémica.
Las encuestas muestran esta disposición de fuerzas en el escenario político, lo que busca modificar esa situación es el discurso político; y esa tarea es la más difícil: cómo lograr instalarse en el imaginario de la gente y mostrarse como la verdadera opción de poder. Una tarea que en la mayoría de los casos requiere una cantidad de tiempo para su concreción y que en esta campaña se demoró por la gran cantidad de elecciones que atraviesan las diversas categorías y el cruce de opciones. Lo describíamos en artículos anteriores el cruce de lealtades y de opciones en las elecciones provinciales, nacionales y ahora en las locales. Un ejemplo de ello es ver a Ramón Rioseco y a Horacio pechi Quiroga compartir escenario y hacer causa común frente al MPN tras ir separados en las elecciones para gobernador y también estar preparados para verlos ir uno con Mauricio Macri y el otro con Daniel Scioli. Escuchar el discurso de Rioseco hablando ya de la opción 2019 también sirve de indicador de hacia dónde marcha, sobre todo cuando Quiroga habla de lo que será su última vez en el gobierno de la ciudad.
Estos acuerdos tan traídos de los pelos para el observador común puede que terminen siendo una verdadera opción a la hora de intentar destronar al MPN. No pudo ser en 2015, irán por el 2019. Mientras tanto deben defender lo que gobiernan hoy. Esa es la realidad real, mientras que la ideal está en proceso de construcción.
M.E.G.