La política en Neuquén
Vaca Muerta, la tierra prometida de CEOs y desahuciados
Neuquén logró compromisos de inversión por U$173 mil millones. La migración de cientos de familias de otras provincias buscando trabajo pone a prueba al modelo neuquino.El gobierno neuquino anunció la concesión de dos áreas de petróleo no convencional a la empresa Tecpetrol. Se trata de Los Toldos I Norte y Los Toldos II, ubicados en zona aledaña a Rincón de los Sauces. El anuncio se realizó el viernes, en el salón de acuerdos de Casa de Gobierno. Allí estuvieron el gobernador, Omar Gutierrez, parte de su gabinete de ministros y los directivos de Tecpetrol. La compañía irá asociada con la petrolera estatal GyP en una relación 90 a 10 por ciento. En la fase piloto se invertirán 113 millones de dólares. De conseguir resultados positivos, la compañía del grupo Techint tiene definido invertir 7.186 millones de dólares para el desarrollo total de los bloques adjudicados, este viernes.
Con los bloques concedidos a Tecpetrol, Neuquén ya concesionó 36 áreas, poniendo sobre exploración y desarrollo al 28% del territorio de Vaca Muerta. De acuerdo a las estimaciones y a los compromisos anunciados por las distintas compañías Neuquén, para los próximos años, obtuvo compromisos de inversión por 173 mil millones dólares.
La cifra conmueve y entusiasma. Cómo dejar de imaginar el crecimiento de la provincia con semejante lluvia de billetes norteamericanos. Al menos es a lo que nos invita el frío relato de los programas, proyecciones y desarrollos que cada tanto nos enteramos se mueven al son del ritmo de Vaca Muerta, la nueva “tierra prometida”.
Nación y el cuento del tío
Los anuncios de inversión siguen impactando. También entusiasmaron los distintos gobiernos nacionales que, de visita, a la “tierra prometida”, en sus distintas versiones, desparramaron toda su verborragia prometiendo caminos, redes de servicio, de infraestructura, aeródromos, rutas pavimentadas y hasta un tren. Vaca Muerta está atravesando su decimosegundo año de desarrollo y aún espera que el estado nacional cumpla con la concreción de los proyectos de inversión en infraestructura anunciados oportunamente.
Con compromisos por 173 mil millones de dólares, Vaca Muerta es el centro receptor de mayores inversiones en la Argentina y Sudamérica. Así y todo las demoras en materia de desarrollo de redes de servicio e infraestructura es llamativa. El tema no es nuevo. Es recurrente en cada conversación informal que involucre a operadores del sector petrolero, compañías de servicio, gremios y funcionarios provinciales.
El sector privado apuesta y arriesga mientras Nación sólo participa de los dividendos obtenidos. El actual senador nacional y candidato a su reelección por el MPN, Guillermo Pereyra, es el único que viene batallando y advirtiendo sobre la necesidad de comprometer fondos que financien la obra pública que demanda Vaca Muerta y su zona de influencia.
El grito de Pereyra
Pereyra es autor de un proyecto de ley a través del cual se creará un Fondo de Reparación muy similar al que se le asignó, el siglo pasado, a la provincia de Buenos Aires. En aquel momento se decía que Nación y el resto de los estados nacionales debían auxiliar, con fondos específicos, a Buenos Aires por ser el centro de radicación natural de habitantes de otras provincias. Buenos Aires y Capital Federal, eran la expresión de la actividad económica plena y el sueño de radicarse y realizarse económicamente generó uno de los movimientos migratorios internos más importantes de los últimos 80 años. La explosión demográfica de aquella época fue tal que puso en serios aprietos al estado provincial bonaerense. El sueño de un mejor vivir hizo que miles de argentinos, con distinta tonada e idiosincrasia, se instalara en el primer anillo de localidades que rodeaban Capital Federal. Tiempos de trabajo y sacrificio. Los bonaerenses lograron su fondo de reparación histórica y, en parte, fueron reconocidos por su aporte contenedor humanitario.
En Neuquén, ese tiempo ha llegado. Las estadísticas oficiales dicen que diariamente a Neuquén ingresan, en promedio, 23 familias. Otros más entusiastas o alarmistas, depende con el ojo que usted los mire, dicen que por cada ingreso oficial se debería contabilizar otro no registrado. De ser así, en el mediano plazo, estaremos ante un importante descalabro social.
Buscadores de oportunidades
Si uno recorre Neuquén capital puede encontrar gente en tránsito solicitando información sobre cómo llegar a Vaca Muerta. La “tierra prometida” figura en el GPS de las esperanzas de miles de argentinos pero no se la ubica geográficamente. No importa cómo, ni en qué pero en cuestión de días están en Neuquén, después se ve cómo llegar a “la” Vaca Muerta.
No es raro ver en los estacionamientos de Neuquén capital, familias enteras que pernoctan en sus vehículos a la espera de la señal divina que los lleve a “tierra prometida”. Hay algunas estaciones de servicios, sobre todo las que están a la vera de las rutas de acceso a Neuquén capital, que se erigen como puntos referenciales de encuentro de estos buscadores de oportunidades.
El boom de las inversiones también tiene su correlato en las expectativas que Vaca Muerta genera puertas adentro de un país empobrecido, económica y socialmente desmotivado. Por eso las imágenes de los buscadores de oportunidades seguirán siendo una constante. Es de desear que la dirigencia política nacional, y sus referentes locales, tomen nota del fenómeno social que ha despertado Neuquén en el contexto nacional. Exigir y hacer cumplir cada una de las obras comprometidas oportunamente.
Es tiempo de elecciones. También debería ser el momento de renovar compromisos y de no hablar por hablar.