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Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
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La construcción política en la explosión de Vaca Muerta

El liderazgo de Figueroa ya comienza a consolidarse, mientras se construye la opción oficialista para el año próximo.
Sabado, 05 de octubre de 2024 a las 18:36

La semana política en Neuquén se vio influenciada de manera tal vez determinante por dos discursos de fuerte contenido político del gobernador Rolando Figueroa. En uno, cargó contra las organizaciones del mundial de Motocross en Villa la Angostura (pura gestión MPN-Gutiérrez); en el otro, contra la responsabilidad político-institucional en la mega estafa con los dineros de los planes sociales. El denominador común parece ser marcar el rumbo del nuevo liderazgo, obviamente, bajo su mando; y dejar marcado que esa conducción se ejercerá con reglas de juego distintas a la inercia que persistió en existir durante los últimos 17 años desde el Estado.

A poco de estos discursos y bajada de línea, el diputado nacional Osvaldo Llancafilo (MPN, ocupó la banca que dejó Figueroa en el Congreso) sostuvo, en declaraciones a la radio AM550, que sería importante para el partido provincial "trabajar junto" al actual gobernador. Llancafilo forma parte de la conducción partidaria, que sigue presidiendo, en la junta de Gobierno, Omar Gutiérrez; y en la convención, Jorge Sapag. Se define como "dialoguista" y entre sus ambiciones figura la de ser intendente capitalino. Es en estos momentos uno de quienes refleja las posiciones políticas del gobierno provincial en el Congreso; por ejemplo, votar para reafirmar la Ley de Financiamiento Educativo que ha vetado el presidente Javier Milei.

Con solo 10 meses de gestión, Figueroa ha copado la escena política neuquina con una fuerza importante. Construye para competir fuerte en las elecciones legislativas del año próximo. Lo que haga el MPN como partido será importante, y todo indica que son más quienes acatarán la conducción del actual gobernador que quienes se le opondrían; y que, al mismo tiempo, Figueroa no solo pretende conducir el proceso, sino también hacerlo con nuevas reglas. El conglomerado opositor todavía no ha cuajado, y solo hay intenciones dispersas, referenciadas en personas más que en estructuras. Así, por ejemplo, la candidatura del sindicalista estatal Carlos Quintriqueo apunta a consolidar el capital político del gremialismo neuquino, navegando en esas confusas aguas del peronismo progre-cristinista que buscan un cauce nacional todavía esquivo.

En este contexto, no es una sorpresa confirmar que todas las miradas apuntan a Figueroa, quien en paralelo a sus gestiones políticas partidarias, perfila y precisa sus objetivos en la gestión de gobierno. Por eso el ministerio de Planificación (se instrumentará en los próximos días), que no hará más que llevar a un estatus superior lo que era el COPADE como herramienta de proyección de desarrollo en las primeras décadas de la Neuquén institucional, entonces bajo el liderazgo de los hermanos Felipe y Elías Sapag. La obsesión de Figueroa es gestionar con eficiencia, y sabe perfectamente que tal concepto choca con una mega estructura burocrática casi inexpugnable: dará la pelea, pues también sabe que lo que no se hace al principio, es probable que nunca se haga.

Neuquén no cesará de aumentar su presencia en el panorama nacional, empujada por la fuerza de los yacimientos de Vaca Muerta. En este mes se hará otra edición de la exposición Oil&Gas, acontecimiento que impactará nacional e internacionalmente en función del panorama mundial, muy afectado por la devastadora guerra en Medio Oriente. La construcción política de Figueroa tiene mucho que ver con este posicionamiento neuquino, pues elabora una estrategia que no quedará circunscripta a los límites provinciales. La política, como la economía, ya no es más local, sino necesariamente global. Quien no entienda estas nuevas dimensiones, quedará condenado a cultivar quintitas improductivas.

 

 

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