Renovado protagonismo neuquino en la escena nacional

Casi cuatro horas de una reunión de trabajo en la Casa Rosada, entre los gobernadores y los ministros Guillermo Francos y Nicolás Posse, permiten constatar lo anunciado desde esta columna, en lo que hace al creciente protagonismo de los mandatarios provinciales en el novísimo proceso político iniciado en Argentina. Al mismo tiempo, implica el retorno pleno de la política a los primeros planos, con sus mecanismos de confrontación, negociación e intercambio, mal que le pese al lenguaje del actual oficialismo, que pretende dividir entre casta y ciudadanos de bien, como si la riqueza complejidad de la sociedad argentina fuera posible de sintetizar en un eslogan. Ya lo intentó el kirchnerismo, y fracasó: deberían tomar nota.

Los representantes de los 24 distritos políticos del país abrieron la puerta de la negociación concreta. En esa mesa está dispuesta la versión "simplificada" de la Ley Bases, que, ahora sí, podrá avanzar en el trámite parlamentario. Hizo falta que corriera mucha sangre retórica antes, hizo falta la impostada rebelión patagónica que logró formar "las provincias unidas del sud", hizo falta que el gobierno de Milei se terminara de persuadir que con meras convicciones no se puede gobernar un país, sino que hace falta, precisamente, el ejercicio de la política. Aunque el propio presidente lo siga negando, esto es lo que ha pasado este viernes 8 de marzo en la Casa Rosada: se puso en marcha un mecanismo de ejercicio concreto de la política.

Neuquén fue a la reunión con pleno convencimiento de que había que estar, y había que avanzar en acuerdos para conseguir todo lo que se pueda conseguir en beneficio del crecimiento de la provincia. Rolando Figueroa llevó bajo el brazo su conocido rechazo al retorno del cobro de Ganancias a la cuarta categoría, como cosa coyunturalmente concreta y atinente a las circunstancias; pero, fundamentalmente, llevó y puso sobre la mesa ese ejercicio, el del diálogo, en el que la provincia que gobierna representa el poderío económico relativo de una producción comparable (en generación de divisas) en dos veces a la de toda la Pampa Húmeda.

Figueroa, además, llevó su experiencia previa de acuerdos, con su pacto firmado con todos los intendentes; un pacto en el que se sentaron bases de orden fiscal, de austeridad y de eficacia en la prestación de los servicios del Estado. De alguna manera, este pacto provincial se compara con el futuro pacto de mayo que inició su concretización este mismo viernes, abriendo la puerta, desde la Casa Rosada, hacia el camino que conduce a Córdoba y su singular 25 de mayo de 2024.

"Terminamos una productiva reunión entre representantes de las provincias y el Gobierno Nacional, donde se ha abierto un buen canal de diálogo. Los patagónicos dejamos en claro que no queremos el Impuesto a las Ganancias para nuestros trabajadores. El diálogo siempre es el camino y en ese sentido seguiremos trabajando", publicó en X el gobernador neuquino, pocos minutos después que se diera la conferencia de prensa con la participación de Francos, y los gobernadores Frigerio, de Entre Ríos, y Jaldo, de Tucumán. Ya se había emitido, además, el comunicado (de tono optimista) de la Casa Rosada en referencia al largo y enriquecedor encuentro entre los responsables de la conducción política federal del país.

El conflicto más duro entre el gobierno nacional y las provincias, al menos en sus aspectos retóricos, ya pasó. La negociación ha comenzado, y el acuerdo, es muy posible que llegue. Muchas cosas están cambiando, y otras muchas cambiarán, en este país doloroso. No obstante, lo seguro es que la política seguirá siendo política, pues esa es, en definitiva, la singularidad común a todos los cambios.