En un contexto económico y social desafiante, un grupo de empresarios de Neuquén y Río Negro decidió detener la marcha por un momento para mirar hacia adentro. Lo hicieron durante un retiro en el Hotel Alto Traful, organizado por Vistage Argentina, la red mundial que reúne a más de 45.000 CEOs y dueños de empresas en distintos países y que desde hace un año y medio cuenta con presencia en la Patagonia.
Magdalena Marsó, empresaria y coach facilitadora del encuentro, explicó en diálogo con Entretiempo por AM550 que el objetivo fue ofrecer un espacio de aprendizaje entre pares que permita fortalecer el liderazgo y mejorar la toma de decisiones.
“Vistage es una comunidad internacional que reúne grupos de 14 a 18 empresarios que no compiten entre sí y que se encuentran todos los meses. Es un modelo de aprendizaje entre pares que existe desde 1967 y que hoy es una referencia mundial”, contextualizó.
La soledad en la toma de decisiones
Uno de los puntos que más remarcaron los participantes fue la carga emocional de decidir en soledad. Marsó lo planteó con claridad: “Si hay algo que atraviesa a los empresarios es la soledad en la toma de decisiones. Estar en esos zapatos no es lo mismo que estar en otros”.
Este retiro anual —el primero del grupo en formato de convivencia— buscó romper precisamente ese aislamiento. Según Marsó, el espacio permitió “unir más al grupo, conocerse mejor y generar una base de confianza esencial para trabajar el resto del año”.
Tratar “la piedra en el zapato”
Durante el encuentro se aplicó el modelo central de Vistage: el tratamiento de temas clave. Cada empresario llevó al grupo un problema concreto: “la piedra en el zapato”, como lo llaman internamente. En 45 minutos, el tema es analizado con un método estructurado orientado a resultados.
“Son 16 personas actuando como directorio. Dieciséis cerebros, experiencias y miradas distintas para analizar un mismo problema. Eso potencia enormemente el aprendizaje”, sostuvo Marsó.
La dinámica permite que cada participante reciba aportes directos para su empresa, pero también herramientas personales que luego se trasladan al equipo de trabajo.
El retiro no se enfocó solo en lo empresarial. Marsó insistió en que el liderazgo comienza por la persona: “El empresario es una persona primero. Trabajamos mucho en habilidades blandas: escucha, conversación, empatía. Cuando una persona se vuelve más reflexiva y entrenada en estas habilidades, se traduce directamente en un líder que acompaña mejor a sus equipos”.
El efecto dominó, explicó, impacta en el clima laboral, la comunicación interna y la capacidad de afrontar contextos adversos.
Desafíos frecuentes: familias, sociedades y gobernanza
Según Marsó, una de las problemáticas más recurrentes en las pymes patagónicas —y que emergió también en Traful— es la dificultad para separar los roles familiares de los roles empresariales.
“Muchos empresarios son al mismo tiempo padres, jefes, accionistas. Cuando no se distingue cada sistema, aparece el caos. Trabajamos mucho en gobernanza para ordenar estas dinámicas”. A esto se suman las tensiones propias del contexto económico, la ansiedad, la sobrecarga y las decisiones que impactan tanto en las empresas como en las familias.
Marsó destacó que Vistage no solo brinda contención y acompañamiento, sino también actualización permanente: “Tenemos acceso a tendencias, capacitaciones y especialistas del país y del mundo. Compartimos valores sobre cómo hacer negocios y cómo liderar desde un lugar más humano”.
El retiro en Villa Traful, concluyó, fue una experiencia clave para consolidar ese camino: “Bajar la ansiedad, sentirse acompañado y poder compartir la mochila con otros cambia todo. Eso se traduce en mejores líderes y mejores contextos dentro de las empresas”.