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Lunes 17 de Noviembre, Neuquén, Argentina
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De amasar a mano a impulsar un sueño: el crédito que cambió su vida y su emprendimiento en Neuquén

Valeria llegó desde La Pampa buscando un futuro mejor para sus hijos. En el Alto Valle la pastelería fue su medio de vida y hoy en día pudo profesionalizar ese emprendimiento.

Por Redacción

Lunes, 17 de noviembre de 2025 a las 17:10
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Valeria Lobos es una mujer sostén de su hogar, vive en Neuquén con sus cuatro hijos, en el barrio Confluencia y hace días atrás fue seleccionada para la asignación de un crédito de tres millones de pesos otorgado por el subprograma “Línea de Inclusión Financiera para Juventudes y Diversidades” que lleva adelante el gobierno provincial a través del Instituto Autárquico Autárquico de Desarrollo Productivo (IADeP), como agente financiero, el acompañamiento técnico de la secretaría de Juventudes y Diversidad (ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres), y capacitaciones por parte del Centro PyME-ADENEU.

Con el deseo de superarse y alejarse de situaciones peligrosas de su pasado, Rodas amasaba cuatro bolsas de harina por semana para contar con un stock de productos panificados suficientes para ofrecer a la venta durante cuatro a cinco días.

“Llegar al crédito para mí fue un impulso grandísimo, es un antes y un después en mi emprendimiento porque voy a poder automatizar la producción y hacer pasos más rápido”, contó entusiasmada ante la posibilidad que se le presentó de comprar una amasadora, una batidora y una licuadora.

Esta política pública es orientada a acompañar proyectos de inversión de jóvenes de todo Neuquén, brindándoles una ayuda económica para sus emprendimientos y producciones.

“Siempre amasé a mano desde que arranqué con el emprendimiento”, indicó. Y explicó que "para una Fiesta de la Confluencia donde se venden aproximadamente 30 docenas de rosquitas, empiezo a amasar a las cuatro de la mañana”. Es por eso que con la incorporación de una máquina, el proceso será más rápido y le permitirá dedicar más tiempo a ofrecer los productos.

Su emprendimiento inició para contar con un respaldo económico para sostener a sus hijos en Neuquén, cuando se vinieron desde La Pampa. Además de la venta ambulante y los trabajos a pedido de pastelería y panadería artesanal, realiza tareas de limpieza.

En estos últimos días ha puesto el foco en producir para esta temporada estival que se acerca, con el objetivo de vender en espacios como la Confluencia o el Paseo de la Costa, los cuales comienzan a ser bastante más concurridos. Según contó, allí venderá los productos mejor valorados de acuerdo a un ranking propio: las rosquitas -en primer lugar-, la torta 80 golpes y los panes rellenos. “Me aboco a lo tradicional pero también me gusta innovar, y siempre es a gusto del cliente”, aclara.

Para Valeria, el oficio de la pastelería y la panadería fue heredado de un negocio familiar en La Pampa. “Cuando llegué y aún no conseguía trabajo, compré grasa y salíamos a vender pan con chicharrón con mis hijos y nos fue muy bien, incluso la gente nos pedía más y así empecé a hacer pan dulce, budines y otras elaboraciones”, recuerda sobre sus comienzos.

El programa provincial tiene disponible para los postulantes el cursado de un trayecto formativo, lo cual destacó por su utilidad a la hora de “ponerle precio” a lo que vende. Al contar hoy con servicio de internet, ofrece sus productos por redes sociales sin necesidad de trasladarse constantemente.

“Me gusta todo lo vinculado a la pastelería y la panadería, es mi herramienta de trabajo, mi ingreso, es mi vida”, reconoce. El emprendimiento se llama "La Familia" y realiza todos productos artesanales.

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