Sierra Grande sueña con el boom exportador vinculado a Vaca Muerta. “La foto de Sierra Grande ya cambió”. La frase pertenece a la intendenta de Sierra Grande, Roxana Fernández, quien destacó el impacto que ya está generando la construcción del oleoducto y la terminal de exportación en Punta Colorada.
La obra, clave para el desarrollo del sur de Vaca Muerta, ya comenzó a modificar la realidad económica y social de la localidad rionegrina.
En una entrevista con el programa Modo Shale que se emite por AM 950 en Mitre Patagonia, la funcionaria repasó el impacto económico, social y ambiental del mega proyecto que promete reconvertir a la localidad en una de las cabeceras del sur de Vaca Muerta.
"Hoy la foto de Sierra Grande ya es distinta", expresó Fernández. Según detalló, más de 250 trabajadores están vinculados actualmente a la obra civil del proyecto, de los cuales aproximadamente la mitad son oriundos de la ciudad. Esa presencia laboral se traduce en movimiento, demanda de servicios y un incipiente reordenamiento urbano. “Se están viendo más comercios, nuevas residencias y cambios en los patrones de alquileres, especialmente en Playa Dorada y Punta Colorada”, explicó.
Si bien el crecimiento genera entusiasmo, Fernández fue clara en señalar los desafíos que conlleva. Uno de ellos es el incremento en el precio de los alquileres: "Es el punto más crítico de la coyuntura, porque hoy no hay regulación sobre este tema y eso complica mucho a las familias locales." Frente a esto, el municipio trabaja junto al Gobierno provincial en un plan de ordenamiento que contemple infraestructura y servicios adecuados.
"Sierra Grande recibirá un 5% del bono de 60 millones de dólares, lo que nos permitirá desarrollar obras clave desde el municipio", señaló Fernández.
La obra del oleoducto y puerto es estratégica: transportará el shale oil desde Añelo, en el corazón de Vaca Muerta, hasta la costa atlántica rionegrina. A lo largo de su trayecto atraviesa 13 municipios.
En este sentido, la intendenta celebró el acuerdo firmado recientemente por el gobernador Alberto Weretilneck, que prevé la distribución de recursos provenientes de tasas y tributos: "Sierra Grande recibirá un 5% del bono de 60 millones de dólares, lo que nos permitirá desarrollar obras clave desde el municipio", señaló.
Fernández también hizo hincapié en la necesidad de mantener un equilibrio entre desarrollo y cuidado ambiental. "Una de nuestras industrias más importantes es el turismo, y debe convivir con esta nueva realidad energética, dijo".
Según datos de la Fundación Contactos Energéticos, en lo que va del año se promedian 2.000 etapas de fractura mensuales, frente a las 1.400 del año pasado.
Recordó que, como ex legisladora provincial, participó en las audiencias públicas y procesos de reforma legislativa necesarios para avanzar con el proyecto. "La comunidad otorgó una licencia social casi unánime porque hubo trabajo, diálogo y participación", remarcó.
Mientras tanto, Vaca Muerta sigue mostrando niveles históricos de actividad. Según datos de la Fundación Contactos Energéticos, en lo que va del año se promedian 2.000 etapas de fractura mensuales, frente a las 1.400 del año pasado.
Sin embargo, esta actividad no se refleja todavía en un aumento sostenido de la producción, lo que genera alertas técnicas. Especialistas advierten sobre la madurez de ciertas zonas del yacimiento y la interferencia entre pozos como un nuevo desafío a resolver en la curva de aprendizaje del fracking.
Con la obra de Punta Colorada en marcha, Sierra Grande se encamina a ser un nuevo eje estratégico del mapa energético argentino. Pero como advierte su intendenta, el éxito dependerá de la capacidad de administrar este crecimiento con responsabilidad, planificación y visión de futuro.
Mirá la entrevista completa con Roxana Fernández, intendenta de Sierra Grande: