Las declaraciones de Gastón Soffritti sobre los presuntos malos tratos que habría recibido de Cris Morena volvieron a poner en el centro de la escena una vieja polémica. El actor reveló fragmentos de su libro donde detalla momentos de tensión durante las grabaciones de Chiquititas, y sus palabras reavivaron los rumores sobre la exigencia extrema que la productora imponía a los elencos infantiles. Ahora, Facundo Arana se animó a meterse en la polémica y contó qué recuerda él de ese momento.
A partir de allí, muchos colegas decidieron dar su versión, y esta vez fue Facundo Arana quien rompió el silencio. Invitado al ciclo que Ángel de Brito conduce en Bondi Live, el actor habló con total honestidad sobre cómo vivió su paso por las producciones de Cris y qué recuerda de aquella etapa de su carrera.
“Cuando trabajé con Cris, yo tenía 27 o 28 años y puedo decir que mi experiencia fue la mejor. Yo no voy a salir a decirle a un chico que su percepción no es cierta, pero lo que puedo contar es lo que yo viví. Si ella tenía que decirme algo con severidad, lo hacía pero con los chicos tenía otro trato”, explicó Arana, dejando en claro que su recuerdo no coincide con las denuncias que hoy circulan.
El actor también reconoció que en los años noventa las formas de trabajo eran distintas y que ciertas exigencias, que entonces se veían como parte del oficio, hoy serían impensadas. “Si me tenía que retar, lo hacía y estoy agradecido porque aprendí muchísimo. Me sirvió. También hay que decir que en aquel momento se hacían y decían muchas cosas que hoy no. En la inmediatez del decir, quizás a un chico le quedó marcado algo que a otros no”, reflexionó.
Por lo pronto, Facundo destacó que aquel ritmo de trabajo lo formó profesionalmente. “Es lo que más me llevo. Estás en el programa que todos quieren estar, que más rating tiene. Ella tiene una academia de arte... los grandes artistas de las nuevas generaciones van a salir de ahí. Ella da libertad pero da disciplina”, aseguró, resaltando el costado pedagógico del método de Cris Morena.
Su testimonio llegó justo en un momento en que el debate volvió a dividir opiniones: mientras algunos cuestionan la rigidez de las producciones de aquella época, otros destacan la formación artística que generaron. Facundo Arana, en cambio, prefirió no alimentar la polémica y centrarse en su propia vivencia, reconociendo que la disciplina y el aprendizaje que le dejó esa etapa pesaron más que cualquier rigor.