Wanda Nara volvió a ocupar el centro de la escena con la naturalidad que la caracteriza. La mediática empresaria irrumpió en el espectáculo de Martín Cirio en el Movistar Arena y logró que todos los ojos se posaran en ella apenas apareció. Fue un ingreso pensado para dejar huella y, por supuesto, lo consiguió sin esfuerzo.
Su llegada fue cinematográfica: montada en la parte trasera de una moto y luciendo un ajustado catsuit negro de látex que brillaba bajo las luces del estadio. La ovación fue instantánea, y con la primera nota de “Bad Bitch”, su hit musical, el público se entregó por completo. En cuestión de segundos, el lugar se convirtió en una fiesta.
Wanda Nara se movió con soltura, desplegando todo su magnetismo. Cada gesto, cada pose, cada sonrisa parecía calculada para sorprender. Y lo logró: las redes no tardaron en llenarse de videos y comentarios sobre su presencia en el show, que ya de por sí estaba cargado de expectativas y humor irreverente.
Tras el número musical, llegó el momento del diálogo. Martín Cirio, quien se declaró públicamente un defensor a ultranza del “team Wanda” en tiempos del Wandagate, la recibió entre chistes y complicidades. La química entre ambos era evidente, y las carcajadas del público dejaron en claro que todos querían más.
En uno de los intercambios, el creador de contenido le consultó cómo superar una relación pasada. Y la respuesta de Wanda Nara fue fiel a su estilo: sin filtros ni rodeos. “No sé, para mí no se perdona”, lanzó con picardía. Y sin dar respiro, completó: “Tenés que mejorar cada vez para que te vea y se quiera matar”. La arena explotó en risas.
Pero la empresaria siempre guarda un as bajo la manga. Cuando la noche ya tenía su cuota suficiente de show, soltó una revelación que dejó a todos en shock: “Hoy me escribió un ex”, contó, como si nada. Martín Cirio, rápido, quiso detalles. Ella, también rápida, tiró la pista que encendió la especulación colectiva: “Uno muy cercano”. Y ahí el público enloqueció.
Entre guiños y silencios con doble sentido, muchos entendieron que la referencia apuntaba directo a L-Gante. Para rematar el momento, Wanda Nara contó que lo volvió a bloquear luego del mensaje. La anécdota se convirtió de inmediato en material viral, alimentando tanto el morbo como la fascinación que siempre genera.
Así, entre música, humor y confesiones, Wanda Nara volvió a hacer lo que mejor sabe: quedarse con todo el protagonismo. Su aparición inesperada fue la escena más comentada de la noche y demostró que, cuando se trata de espectáculo, ella nunca pasa desapercibida.