“Me quema la cabeza”. Esa fue la frase que dijo la nena de 12 años segundos después de recibir una bala perdida en plena celebración de Navidad en Villa Sarmiento, partido de Morón. Fue su reacción inmediata al impacto, antes de desvanecerse, y hoy se convirtió en una de las expresiones más crudas del drama que atraviesa su familia mientras la menor lucha por su vida.
Todo ocurrió pocos minutos después del brindis de Nochebuena. La nena había salido al patio junto a sus familiares, como tantos chicos esa noche, con la ilusión de ver los fuegos artificiales. En ese momento, un proyectil la impactó en la nuca. No hubo discusión, ni disparos cercanos, ni señales previas: la bala llegó desde un punto que aún se investiga.
El dolor fue inmediato. La menor alcanzó a alertar a su familia con desesperación: “Me quema, me quema la cabeza”, dijo, antes de perder el conocimiento. La escena desató el pánico y la urgencia. Fue trasladada de inmediato al Hospital San Juan de Dios, pero por la gravedad de la herida los médicos decidieron derivarla al Sanatorio de la Trinidad de Ramos Mejía.
Desde entonces, permanece internada en terapia intensiva, con pronóstico reservado. De acuerdo a la información médica oficial, su estado es crítico pero estable. La complejidad del cuadro se debe a que la bala no tuvo orificio de salida y quedó alojada en la fosa posterior del cráneo, una zona extremadamente sensible.