Después de días que parecían no tener fin, Lowrdez Fernández volvió a abrazar a su madre. El reencuentro se dio este domingo, en un clima íntimo pero profundamente simbólico, tras el escándalo que la mantuvo en el centro de la preocupación pública. Su mamá, Mabel López, había denunciado semanas atrás que no sabía nada de ella y que temía por su seguridad, señalando a su ex pareja, Leandro García Gómez, como el responsable de esa desaparición.
A partir de aquella denuncia, la intervención de la policía y de la Justicia fue inmediata. La artista fue hallada en el departamento de su ex, en delicado estado de salud, y el hombre terminó detenido. Desde entonces, Lourdes eligió el silencio y se refugió en su círculo más cercano, incluso poniéndose del lado de su ex pareja,mientras el país entero seguía con atención el avance de la causa.
Tras varios días de reflexión, finalmente se dio el reencuentro con su madre, que marca un nuevo comienzo. En la imagen que se viralizó puede verse a Lowrdez, Mabel y Ana Fernández, su hermana, fundidas en un abrazo que condensa alivio, amor y reparación. Pese a las diferencias y el dolor acumulado, la unión familiar se impuso al miedo. “Las tres juntas otra vez”, escribió Mabel en redes, acompañando las fotos del encuentro.
Según trascendió, la artista atraviesa un proceso de recuperación tanto física como emocional, acompañada por su familia y amigas. Cercanos al entorno aseguran que este reencuentro fue decisivo: representa no solo la reconciliación con su madre, sino también la fortaleza necesaria para enfrentar lo que viene en el plano judicial.
En paralelo, el ex de la cantante continúa con prisión preventiva, acusado de lesiones, amenazas y privación ilegítima de la libertad en un contexto de violencia de género. Los episodios denunciados por Mabel y la cantante Lissa Vera, amiga y compañera de Lowrdez, habrían ocurrido entre enero y octubre de este año.
En el fallo judicial, de 39 páginas, el juez destacó la “actitud elusiva y obstructiva” de García Gómez durante los operativos policiales, al negar en reiteradas oportunidades la presencia de Lourdes en su domicilio. Ese comportamiento fue determinante para ordenar su detención y garantizar la protección de la víctima.
Por lo pronto, Lowrdez Fernández prefiere mantenerse lejos de los medios y enfocarse en su recuperación, rodeada de su familia. El reencuentro con su madre no solo cierra un capítulo de angustia: también abre otro de esperanza. En una historia atravesada por el dolor, la música, la contención y el amor parecen ser, otra vez, el mejor refugio.