El nuevo episodio de Masterchef Celebrity Argentina arrancó con la cocina encendida antes incluso de que alguien prendiera el horno. En el inicio del programa número 24 de la cuarta temporada, Germán Martitegui sorprendió a todos cuando detuvo la charla formal para enfrentarse a uno de los participantes. Su objetivo: Alex Pelao, el humorista cordobés que, según rumores, lo había tildado de “viejo” detrás de cámaras.
Sin rodeos y con la misma frialdad con la que devuelve platos mal logrados, Germán Martitegui pidió la palabra y encaró al concursante. Lo miró fijo y lanzó: “Escuché que dijiste que como soy mayor tendría que ver más TikTok para aggiornarme”. El estudio quedó en silencio, con ese ambiente incómodo en el que nadie sabe si reír o fingir que está picando cebolla.
Lejos de mostrarse dolido, Germán Martitegui aprovechó el supuesto comentario para redoblar la apuesta. Con ironía refinada, aseguró que no solo no le molestaba, sino que ya había tomado nota. “Estoy mirando y tratando de ser más moderno”, remató, mientras sus colegas en la mesa se imaginaban al exigente jurado siguiendo coreografías virales junto a los finalistas.
Alex Pelao intentó desactivar la bomba con palabras suaves, pero la olla ya estaba hirviendo. Con tono diplomático, explicó que su intención había sido hablar sobre la importancia de estar actualizado en redes sociales. Sin embargo, su gesto tenso lo dejó expuesto: no estaba tan cómodo como intentaba demostrar.
Germán Martitegui, lejos de calmarse, dejó una frase que sembró dudas y avivó el interrogante sobre quién había filtrado el chisme. “Me acusaron en las entrevistas, ahí se liberan”, insinuó, dando a entender que el comentario circuló por los pasillos antes de llegar a sus oídos.
Cuando parecía que todo comenzaba a enfriarse, el cordobés contraatacó con humor. “Debe haber recibido un fax de un amigo y se enteró”, ironizó, mezclando pretérito con tecnología obsoleta. Y así, entre chicanas, miradas y un toque de nostalgia analógica, el programa se aseguró un momento que valió más que cualquier plato de la noche.
El cruce no solo dejó risas nerviosas, también abrió debate en redes. Muchos espectadores celebraron el ida y vuelta como un gesto de frescura, mientras otros cuestionaron si era necesario exponer un comentario que todavía estaba en estado de rumor. En cualquier caso, el instante se volvió tendencia apenas terminó la emisión, demostrando que el juego mediático también cocina audiencia a fuego fuerte.
Con el episodio ya consolidado como uno de los más filosos de la temporada, queda claro que el reality sigue apostando a condimentar sus noches con algo más que recetas. En Masterchef Celebrity, los ingredientes no solo están en la mesada: también circulan entre micrófonos, pasillos y entrevistas. Y, cuando el menú incluye ego, humor y picardía, cualquier chispa puede convertirse en un plato servido bien caliente en horario central.
