En una semana muy especial dentro de MasterChef Celebrity, una nueva emoción se apoderó de la cocina más famosa del país. La presencia de Luck Ra ya generaba expectativa, ya que llegó al certamen para ocupar el lugar de su pareja durante unos días, un desafío inesperado que él asumió con mucha responsabilidad.
El reto de la jornada invitaba a los famosos a viajar a su niñez y transformar en un plato los recuerdos de aquellos seres que los acompañaron en sus primeros pasos. Para Luck Ra, esa consigna se convirtió en una oportunidad para compartir una parte íntima de su historia familiar. Su propuesta, titulada de manera muy particular, ya adelantaba que no sería una preparación más.
“Comé vos, yo ya estoy llena” fue el nombre elegido por el artista para su creación culinaria. Apenas lo dijo, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, presagiando el fuerte contenido emocional detrás del plato. Antes de que el jurado probara bocado alguno, él tomó aire y decidió explicar su concepto frente a todos.
“Muchas veces, cuando somos chicos, no vemos todo lo que hacen por nosotros. Hay padres que ocultan las carencias para que no nos falte nada. Siempre lo dan todo”, expresó con la voz entrecortada. A medida que hablaba, reveló que había preparado dos porciones: una más completa y otra más simple, pero ambas representando algo mucho más grande que la comida en sí.
Conmovido hasta lo más profundo, agregó: “El amor también alimenta. No es solo lo que te llena el estómago, también lo que llega al corazón”. Esa declaración explotó en la sala. Varias de las figuras presentes no pudieron contener las lágrimas, recordando en silencio a quienes marcaron sus vidas desde la cocina de casa.
Evangelina Anderson, Marixa Balli, Julia Calvo, Susana Roccasalvo y Cachete Sierra se unieron a la emoción colectiva, mientras Wanda Nara también tuvo que buscar un pañuelo para continuar al frente del programa. La sensibilidad del momento dejó en claro que, detrás de los famosos, hay historias reales que siguen latiendo.
Los jurados no se quedaron atrás con sus palabras. Donato De Santis definió la preparación como “un plato sanador”. Damián Betular destacó: “Transmitís una sensibilidad magnífica”. Y Germán Martitegui cerró con un mensaje contundente: “Lo técnico está perfecto, pero el resto es una trompada de la vida”. Una noche donde el sabor estuvo acompañado por el amor que permanece desde la infancia.