Wanda Nara fue víctima de un cruel carpetazo, ya que filtraron una vieja entrevista que le hicieron cuando sólo tenía 18 años. En ese momento, apareció en la Revista Hombres, para dar algunos datos de su intimidad con el deseo de llamar la atención. Ahora, se supo cuáles eran sus mejores atributos.
Cuando aún no había formado una familia, Wanda Nara se mostraba mucho más atrevida en los medios. Tanto es así, que incluso llegaba a realizar fuertes confesiones románticas. En este contexto, con el paso de los años, se filtró una de las entrevistas que realizó de jóven, en donde habló sin pudor de su sexualidad.
En esta nota, Wanda Nara eligió ventilar cómo era a pesar de su corta edad, ya que su deseo era saltar a la fama sin importar el costo. “La verdad que sí soy zarpada, una nena en su casa, pero para lo demás todo lo contrario”, comentó en septiembre del 2005, en lo que fue esta nota que ventiló Martín Cirio.
Tras mostrar la revista y algunas de las fotos de la conductora que se sacó en aquellos años, siguió ventilando sus declaraciones sexuales:“Siempre donde yo quiera porque los hombres se aprovechan de mi situación, soy chiquita. Igual en momentos hot los dejo que la pongan donde más le gusta”.
“Soy una nena caprichosa que hace todo lo que quiere y con quien quiere. Por ahora con uno solo y con eso me alcanza”, indicó en lo que seguramente hoy en día será una nota que le da pudor haber dado, aunque en aquellos años la utilizó como un trampolín para alcanzar lo que es hoy.
Y cerró con su confesión más elevada de tono: “Realmente soy muy buena, probé casi todo, a los que están conmigo no les falta nada. Soy un 11 en sexo oral. A mis parejas les vuela la cabeza saber que están con una pendeja, tienen mucha calentura”.
Tras la viralización de esta nota, muchos aseguraron que varios años después con sus hijos ya más grandes, a Wanda Nara no le importó hacer una declaración similar en 2024, cuando habló sobre qué hizo para enamorar a Mauro Icardi: “Yo creo que si esa noche no hubiera funcionado todo, no hubiera pasado todo lo que pasó con nosotros. Por ese colchón habrán pasado 200 mujeres, pero después de mí fue destrucción total. El colchón no le sirvió más. Al otro día tenía dolores en el cuerpo, tomé ibuprofeno cada cuatro horas”.