La noche del lunes en LAM tuvo de todo: una angelita nueva, un despido en vivo y un inesperado intercambio de copas entre Yanina Latorre y Pamela David que dejó al estudio en vilo por unos segundos. Todo comenzó como una broma, pero terminó con una frase que generó murmullos y risas nerviosas: “¡Me querés envenenar!”.
Pamela David fue invitada como panelista especial del programa conducido por Ángel de Brito, y compartió la mesa con las angelitas habituales, incluida Yanina Latorre. En medio del programa, y mientras todo parecía fluir con cierta armonía, Pamela decidió ofrecerle a Yanina una copa de vino blanco que estaba tomando. Lo que parecía un gesto de cortesía se convirtió en el centro de atención.
“¿Querés un poco?”, le preguntó Pamela David mientras le acercaba la copa. Pero la respuesta de Yanina Latorre fue inmediata, filosa y con su característico humor ácido: “¿Vos me querés envenenar, querida?”. El estudio estalló en carcajadas mientras la tensión flotaba entre la ironía y lo inesperado.
Para suavizar la situación, Pamela David propuso cambiar las copas. “Tomá la mía, y yo agarro la tuya”, dijo, tratando de mantener el tono distendido. El gesto fue aceptado entre risas, y ambas levantaron sus copas para brindar, aunque con un dejo de desconfianza cómica. La escena, que pareció sacada de una comedia de enredos, fue rápidamente capturada por los espectadores que no tardaron en viralizarla.
El cruce no fue agresivo, pero no pasó desapercibido, sobre todo teniendo en cuenta la reciente historia cargada entre Yanina Latorre y el entorno de Pamela David. Recordemos que Yanina ya había lanzado filosas indirectas hacia el círculo de la conductora en otras ocasiones, lo que hizo que esta escena se interpretara como una provocación velada.
Más allá de las bromas, la dinámica entre ambas mantuvo a la audiencia expectante durante todo el programa. Pamela David se mostró relajada, aunque por momentos con una sonrisa tensa, mientras Yanina hizo gala de su estilo provocador sin perder el ritmo del show.
El brindis incómodo entre las dos figuras dejó una huella más en la larga lista de momentos inolvidables de LAM. Aunque todo terminó en risas, muchos se preguntan si la tensión detrás de esa copa de vino era más real de lo que parecía.
Y como suele pasar en el programa de Ángel de Brito, una copa compartida puede esconder más que un simple brindis.