Más de 6 meses pasó Tato Algorta dentro de la casa de Gran Hermano hasta que logró quedarse con los mejores premios por decisión de la gente. Además de la casa y otros productos, se quedó con el cheque de más de 85 millones de peso. Ante esto, le consultaron sobre lo que tiene planeado hacer con esta suma de dinero, por lo que la respuesta sorprendió a más de uno.
Pese a que se supone que Tato Algorta aguantó todo durante estos meses porque deseaba quedarse con el primer premio, a la hora de hablar sobre éste eligió ponerlo en un segundo plano: “No me interesan los lujos y cosas, prefiero invertir en armar un estudio de streaming que en vacaciones o comprar un auto. Quiero invertir en construir”.
Asimismo, en diálogo con Moskita de Medianoche, habló sobre sus sensaciones al verse ganador del reality: “Fue hermoso lo que pasó, gané y ahora tengo que pensar en lo que viene, y eso me genera ansiedad, estar a la altura, seguir enganchando al público”.
Por lo que explicó cuáles son los objetivos que buscará cumplir de ahora en más: “Seguir trabajando, seguir visibilizado, y la verdad es que mi cabeza está en eso, en el vínculo con la gente, pero es un poco difícil para mí pensar mucho en lo que viene, así que trato de pensar, pero manteniéndome en el presente”.
Ante la posibilidad de seguir ligado a los medios, no se mostró del todo convencido: "No tengo idea qué oportunidades van a surgir, no quiero decirle a nada hoy, pero si me preguntan qué quiero, debatir, discutir, charlar, conducir, y apunto a lo más alto”.
Todo esto es fruto de cómo logró conectar consigo mismo en Gran Hermano: “Yo sí tuve un proceso de abrir mucho la cabeza, todo lo analizo, todo lo evalúo, no doy nada por cierto, y trato de tener mi propio criterio. Obviamente de chico, por cómo me criaron, por cómo fue la sociedad, tenía la cabeza muy cerrada, y cambié mucho después de una pareja que me invitaba mucho a discutir los prejuicios y los estereotipos”.
Y cerró con un mensaje a su gente: “Yo tenía muy el chip de trabajar para ganar plata, y sobrevivir, una idea muy conservadora, y entiendo que el país no está en una situación tan fácil como para animarse a patear el tablero. Pero creo que uno se tiene que preguntar porqué no cambiar tu vida, tomar pequeñas decisiones que te ayuden a ser quien querés ser. Creo que hay que animarse a dar ese salto, saltar a la pileta y que sea lo que dios quiera. La vida te puede sorprender y darte muchas alegrías”.