El mundo del espectáculo se vio conmocionado el pasado viernes 8 de agosto cuando Cacho Garay, humorista mendocino de 62 años, fue internado de urgencia en el Hospital Italiano de Mendoza. La razón fue una descompensación vinculada a problemas arteriales que viene arrastrando desde hace varios años.
Según informaron desde el centro de salud, el cuadro del artista se complicó debido a sus antecedentes médicos: diabetes y enfermedades vasculares crónicas que lo acompañan desde hace tiempo. Esto convirtió un episodio de salud que podría haber sido leve en una situación de riesgo que requirió atención inmediata.
En el último parte médico, fechado el jueves 14 de agosto, los profesionales explicaron que Cacho Garay se someterá a una limpieza quirúrgica profunda en el cuarto dedo del pie izquierdo, zona que se encuentra afectada. De no ser exitosa la intervención, los médicos advirtieron que la única alternativa para prevenir infecciones sería la amputación.
Tras la primera operación, el humorista fue trasladado a una sala común, donde permanece bajo observación constante. A pesar de la recuperación parcial, los especialistas siguen evaluando su evolución para determinar los próximos pasos en su tratamiento.
Este delicado estado de salud se suma a los conflictos judiciales que Cacho Garay enfrenta desde hace años. Tras ser acusado de 10 delitos, entre ellos presunto abuso sexual y violencia de género, el artista recibió prisión domiciliaria el año pasado por motivos de salud y continúa a la espera del juicio oral que definirá su situación legal.
Entre las denuncias más relevantes se encuentra la de su expareja, Verónica Macías, por violencia de género. En abril pasado, la jueza Natacha Cabeza resolvió el cese de la prisión domiciliaria, aunque manteniendo restricciones como la prohibición de salir de Mendoza y la obligación de presentarse semanalmente en la Unidad Fiscal. Además, se incrementó su fianza de 5 a 7 millones de pesos.
Desde la defensa de Cacho Garay señalaron que el humorista busca “llegar con vida a probar su inocencia” y que han solicitado en varias oportunidades autorizaciones judiciales para poder trabajar pese a su estado de salud. La demora en el avance de la causa ha sido, según ellos, un factor que agrava su situación personal y profesional.
Mientras los médicos continúan evaluando su recuperación, la atención está puesta tanto en la evolución de su problema vascular como en los próximos pasos judiciales que definirán su futuro. La combinación de riesgos de salud y presión legal mantiene a Cacho Garay en un momento crítico y de alta preocupación para sus seguidores y familiares.