Thiago Medina atraviesa horas críticas después del accidente en moto que sufrió en la localidad bonaerense de Moreno. El ex Gran Hermano, que quedó gravemente herido tras impactar contra un auto, permaneció consciente en los primeros minutos y alcanzó a repetir una frase que estremeció a todos los que lo auxiliaron: “Me duele un montón”.
Uno de los vecinos que estuvo presente contó en diálogo con TN cómo fue la escena en la que salió a socorrerlo aún sin saber de quién se trataba: “Lo vimos tirado en el piso, con la moto encima, y no sabíamos quién era porque estaba con el casco. Estaba muy golpeado y decía que le dolía todo”.
El testigo agregó detalles sobre la desesperante situación que preocupó a todos: “Nos acercamos y tratamos de hacer señas a los autos para que pararan y no lo pisaran. No hay luminarias en este lugar, ese es el problema”. Según relató, en un momento Thiago Medina pidió acomodarse en una posición cómoda: “Nos dijo que quería vomitar y empezó a largar sangre. Ahí entendimos que era grave, que tenía algo interno”.
Pese a ese panorama decidió acompañarlo de cerca para que pudiera sentir sentirse acompañado: “Yo me quedé con él, le di la mano para que sienta que alguien estaba con él. Le estuvimos hablando para que no entrara en shock. Igual estaba en shock”.
Esa repetición constante: “Me duele un montón”, fue lo último que se escuchó de Thiago antes de que llegara la ambulancia. Según el relato, el auxilio tardó cerca de 40 minutos en arribar, tiempo en el que los vecinos intentaron contenerlo hasta que el SEM finalmente lo trasladó al Hospital Mariano y Luciano de la Vega.
En el centro de salud, confirmaron que tuvo que ser intervenido de urgencia: le extirparon el bazo, tiene comprometido un pulmón y también el riñón. El parte oficial señala que permanece en terapia intensiva, en estado reservado.
Hoy, la frase que Thiago pronunció tras recibir el impacto quedó marcada como símbolo de su dramática lucha por sobrevivir. Su entorno pide cadenas de oración mientras la incertidumbre domina a familiares, amigos y seguidores que esperan con fe una evolución favorable.