El nombre de un ex participante de Gran Hermano volvió a instalarse en los medios de espectáculos, pero esta vez no por su carrera artística. En las últimas horas se filtraron videos de Emma Vich que lo muestran retirando objetos de un departamento de alquiler temporal, en medio de denuncias por destrozos y la desaparición de electrodomésticos.
El material, difundido en el programa LAM, generó un terremoto mediático. Según se informó, el joven habría abandonado la vivienda en malas condiciones y, junto con su pareja, retirado dos televisores que formaban parte del mobiliario original. La inmobiliaria presentó el video como prueba y negó deberle dinero, en contraposición a la defensa de Emma Vich.
La polémica escaló aún más cuando el propio involucrado recurrió a sus redes sociales. En una historia de Instagram anunció el lanzamiento de su nuevo tema musical, titulado sugestivamente “Ladrón”. El detalle no pasó inadvertido entre los usuarios, que especularon si la acusación real estaba vinculada a una estrategia publicitaria. “Jodeme que era todo una movida para esto”, escribió una internauta, reflejando la desconfianza general.
Mientras tanto, el periodista Ángel de Brito reaccionó con ironía al anuncio, calificando el estreno como un “suceso”. El cruce entre la denuncia formal, el revuelo mediático y la coincidencia del nombre de la canción con la acusación instaló un clima de sospecha difícil de ignorar.
En paralelo, Pepe Ochoa detalló que la vivienda fue entregada “dada vuelta, sucia y con faltantes”. Además de los televisores, sorprendió la aparición de papeles con frases polémicas contra figuras del espectáculo, hallados en el freezer del inmueble. Los mensajes mencionaban a Juliana “Furia” Scaglione y al estilista Kennys Palacios, lo que agregó un tinte insólito al caso.
La inmobiliaria fue tajante al sostener que no solo no existía deuda alguna, sino que había pruebas suficientes para sostener el robo. Por su parte, Emma Vich reiteró que se trataba de un reclamo económico y que estaba siendo víctima de una campaña en su contra.
El episodio, lejos de aclararse, sumó ingredientes de reality show: acusaciones cruzadas, pruebas audiovisuales, mensajes encriptados y un lanzamiento musical con un título provocador. Todo esto mantiene a los seguidores atentos y a la prensa especializada en vilo.
Por ahora, el futuro artístico y mediático de Emma Vich parece atado a este escándalo, que mezcla el espectáculo con la crónica policial y promete seguir dando que hablar en las próximas horas.