En Estambul el viernes por la noche se vivió un episodio que sacudió a los hinchas del Galatasaray y también a los seguidores de Mauro Icardi en la Argentina. No se trató de un gol ni de una polémica con Wanda Nara, sino de un violento accidente de tránsito en el que uno de sus autos de lujo terminó completamente destruido.
Las primeras versiones llegaron desde Turquía, donde el periodista Baris Agil contó en Bi Kanal TV que el vehículo del delantero estuvo involucrado en un choque múltiple frente a un centro comercial muy concurrido. La primera confirmación que trajo alivio fue que Mauro Icardi no estaba dentro: el coche lo manejaba su chofer y tampoco lo acompañaban la China Suárez ni sus hijos.
Las imágenes que se filtraron muestran con crudeza el nivel de los daños. El capó arrugado, la parrilla destrozada y los faros hechos trizas fueron prueba suficiente para dimensionar la violencia de la colisión. La policía local ya abrió una investigación para determinar cómo se produjo el impacto y quiénes fueron los responsables.
La señal de televisión turca reforzó ese detalle que tranquilizó a todos: “Se supo que el famoso futbolista no se encontraba en el vehículo en el momento del accidente”. Aun así, el frente del auto quedó irreconocible, un detalle que transformó lo que pudo haber sido un simple siniestro urbano en una noticia internacional.
Desde Buenos Aires, el tema también encontró eco. Facundo Ventura sumó información clave al revelar qué hacía el vehículo en ese momento: “Lo estaba yendo a buscar al entrenamiento. El vehículo quedó hecho torta, pero nadie sufrió ningún tipo de lesión”. La frase dejó en claro que Mauro Icardi se salvó de milagro de una situación que pudo haber tenido otro desenlace.
Aunque la historia terminó sin heridos, el episodio volvió a poner al delantero en el centro de la atención mediática. En Turquía, donde es ídolo absoluto, se encendieron alarmas y hasta se reforzó su custodia personal. Una vez más, Mauro Icardi comprobó que su vida no conoce tregua: incluso cuando no está en la cancha, la exposición y la polémica lo siguen a todos lados.