Corría el año 1997 cuando el amor se hizo presente para unir a Guillermo Andino y Karin Cohen en lo que fue un romance que despertó suspiros y el cariño popular. Sin embargo, la pareja atravesó por algunas polémicas que terminaron empujándolos a cortar con la relación, por lo que recién ahora se supo qué fue lo que pasó.
Es que en el principio del romance ambos aceptaron mantener el hermetismo, por lo se escondieron de los flashes y las cámaras, sobre todo porque compartían el mismo programa en América TV. Si bien cuando se filtró la noticia tuvo una muy buena recepción, entre ellos las cosas no salieron del todo bien, por lo que a finales del 1999 se separaron.
Lo que más llamó la atención del divorcio fue que sólo 6 meses más tarde de haber cortado con Karin Cohen, Guillermo Andino no sólo inició su romance con Carolina Prat, sino que incluso se unieron en matrimonio."Cuando fui novia de Guillermo fue difícil, sobre todo cuando cortamos”, confesó la periodista.
Ante esta situación, expuso que la alta exposición y el hecho de estar en boca de todos le terminó jugando una mala pasada: "Yo estaba viviendo una cosa fea y dolorosa y los medios venían y preguntaban. Chiche Gelblung hizo un programa sobre mí".
Sin embargo, lo que verdaderamente rompió el vínculo fue un particular gesto que rompió la confianza de Karin Cohen: "Me molestó que en unas vacaciones nos sacaran fotos y yo no había arreglado nada... No sé si lo arregló él. Me lo negó siempre. Entiendo que éramos la parejita que se buscaba en ese momento y sí, teníamos 28 años, nos veía la gente".
Pese a esta polémica, confesó que intenta recordarlo con cariño: "Él era muy conocido, yo recién arrancaba, pero yo la pasé muy bien en esa época. Fue un buen novio. Tengo un muy buen recuerdo. Era mucho más sencillo de lo que los demás pensaban. Fue genial, fue divertido, alucinante. Guillermo era mi compañero, mi amigo... Pero terminamos y nunca más en la vida lo volví a ver".
Eso sí, no niega que su casamiento repentino a poco de separarse le generó un gran sacudón: “A los seis meses se casó; mi Dios, eso fue duro, muy duro. Pero el noviazgo fue divino. Fue un garronazo la separación porque yo sufrí mucho”.