El presidente de Corea del Norte, Kim Jong-Un, está calificado como uno de los mandatarios más totalitarios y sanguinarios de este siglo XXI. Ya es, prácticamente, una moneda corriente que esta figura política tome decisiones drásticas con respecto a funcionarios o con generales acusados de traición.
Como primera medida,según un medio inglés, el dictador decidió cortarle a un general las extremidades superiores con un cuchillo y luego fue arrojado a un tanque de pirañas. De acuerdo con el análisis que hizo el diario Daily Stars, este tipo de hechos tiene como objetivo utilizar el miedo y el terror como herramienta política.
Entre los métodos de ejecución más usados habitualmente figuran: disparar a la víctima con un misiles antitanques o quemarlas con lanzallamas. Se estima que el dictador asesinó a 16 asesores principales.