En respuesta a dos tiroteos en Serbia que la semana pasada dejaron 17 muertos, casi 10.000 armas ilegales fueron entregadas voluntariamente a la policía durante los últimos cuatro días. El gobierno de Serbia había dado un mes para que aquellos que posean armas de fuego sin licencia las entregaran voluntariamente sin consecuencias penales.
En total, más de 9.400 armas, 460.000 balas y 890 artefactos explosivos fueron entregados hasta ahora a las autoridades. Desde el gobierno ya habían advertido que, tras este plazo voluntario, se iban a aplicar “brutales sanciones” a quienes conservaran armas sin la correspondiente licencia.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, dijo en una rueda de prensa que se han decomisado más armas ahora que en cuatro periodos de amnistía penal similares llevados a cabo entre 2015 y 2020. Su gobierno se ha propuesto reducir en un 90% la posesión de armas, aumentar los controles y elevar las sanciones para quienes las tengan ilegalmente.
En Serbia, se calcula que hay unas 760.000 armas en manos de unas 400.000 personas. Se trata de una de las mayores ratios del mundo. A su vez, existe un número desconocido de armas ilegales que podría ser hasta tres veces mayor que el de las legales. A esa población se intenta llegar con la campaña de entrega de entrega voluntaria.
Cabe recordar que el 3 de junio, un niño de 13 años mató en un colegio de Belgrado a ocho de sus compañeros y a un guardia de seguridad, e hirió a una profesora y seis alumnos, antes de ser detenido. En otro tiroteo, casi 48 horas después, un joven de 21 años mató a ocho personas e hirió a otras 14 en el centro del país. En su casa se hallaron varias armas ilegales y munición.